El Bayer Leverkusen, mágico "campeón de Navidad", prosiguió su mágica racha contra el sorprendente Eintracht y se mantendrá al frente de la tabla durante el periodo festivo. El equipo Xabi Alonso se mantiene invicto tras su 24º partido oficial de la temporada.
El extraordinario Victor Boniface abrió el marcador poco antes del cuarto de hora ante los 30.210 espectadores que abarrotaron el BayArena. También asistió en los goles de Jeremie Frimpong (51') y de Florian Wirtz (57'), que también remató al larguero (81').
Estadísticas del partido: Bayer Leverkusen-Eintracht Fráncfort
Sin protestas de la afición
Alonso había exigido a su equipo "un acelerón a fondo" y "dos victorias" antes del breve parón invernal. Para ello, el español volvió a confiar en su habitual once tras la megarotación en la Europa League contra el Molde FK (5-1).
Ninguna de las dos aficiones se sumó al boicot contra la DFL. En su lugar, el Bayer escenificó una coreografía completa con sueños de título. "Sólo un deseo, año tras año, un día se hará realidad" se podía leer en toda la curva norte; en el centro sonreía un Grinch de gran tamaño con el trofeo de campeón.
Los goles eran inevitables en este duelo. Nunca se había producido un empate a 0-0 en 76 duelos de la Bundesliga, y el Bayer había marcado en todos los partidos oficiales de esta temporada. El Fráncfort empezó agresivo y presionó muy arriba, pero el Leverkusen dio el primer pinchazo, con la amable ayuda del Eintracht.
Los visitantes cedieron demasiado espacio a Wirtz y luego Boniface pudo regatear sin oposición en el área pequeña para batir a Kevin Trapp.
Aunque el Eintracht plantó cara en defensa, apenas ofreció nada en ataque. Aparte de un lanzamiento de falta de Grimaldo que se estrelló en la parte superior del travesaño (34'), el Bayer careció también de verdadero peligro de gol en la primera parte.
La situación cambió tras el descanso. Bajo la atenta mirada del director deportivo de la selección alemana, Rudi Völler, el equipo de Alonso subió el ritmo. El disparo de Boniface fue rechazado por Trapp y Frimpong no tuvo más que rematar a gol. Wirtz confirmó el triunfo con una mágica vaselina tras una carrera en solitario desde la línea de mediocampo para sellar el 3-0.