El Palmeiras ganó con autoridad en la edición anterior y ha vuelto a hacerlo, aunque con mucho más suspense, esta temporada. No parecía tener muchas posibilidades meses atrás, cuando el Botafogo dominaba sin casi oposición, pero este último club se vino abajo de forma inesperada y cedió tanto que ha terminado en el sexto puesto. Es complicado encontrar un desenlace más negativo que ese después de haber podido acumular hasta una docena de partidos invicto.

El flamante campeón de la Serie A afrontó la última jornada (1-1 en el campo del Cruzeiro) en una posición idílica, y es que tenía que darse una auténtica carambola para que no se llevara el oro. Atlético Mineiro y Flamengo llegaron a la fecha definitiva con 66 puntos, tres menos respecto al líder. La abultada diferencia en el golaveraje general (+31, +23 y +15 respectivamente) era otro de los principales motivos a la hora de pensar que todo estaba ya (casi) decidido.

Buena parte de culpa ha tenido Endrick Felipe Moreira de Sousa para que el Verdão estuviera en una situación tan privilegiada. Pese a sus 17 años, el delantero, que adelantó a los suyos esta noche en el Mineirão, ha visto portería en once ocasiones a lo largo del torneo liguero. Además, conviene recordar que ha podido marcar ante rivales de gran enjundia (frente al citado cuadro de Río de Janeiro, con doblete incluido, o contra el Internacional de Porto Alegre).

Endrick se intengrará en las filas del Real Madrid en julio de 2024, y lo hará con al menos cuatro trofeos bajo el brazo -también conquistó la Supercopa de Brasil a principios de año y el Paulista allá por abril-. No es una mala carta de presentación para aterrizar en el Santiago Bernabéu, donde la exigencia y la competencia serán máximas. Allí tendrá que convivir con, entre otros futbolistas talentosos, sus compatriotas Vinicius Júnior y Rodrygo Goes.