Cuando la Selección Mexicana de Fútbol se bajó este lunes del autobús frente al hotel de concentración en Chapel Hill, Carolina del norte, no encontró, como siempre pasa, a paisanos ávidos de saludar a sus futbolistas. A pesar del amor incondicional que los mexicoestadounidenses sienten por el Tri, las constantes redadas en la región han provocado miedo en una comunidad que se siente perseguida.
Un contexto que pesará este martes en la grada del Kenan Memorial Stadium, donde se ha registrado una baja venta de entradas para el cotejo: de las 40,000 localidades disponibles, los organizadores han informado que el 60% está disponible todavía. El fútbol sigue siendo lo más importante de lo menos importante.
Y en ese marco, en lo meramente deportivo, el cuadro de Javier Aguirre afrontará el partido con un sólo mandato del técnico mexicano: no cometer "errores groseros" como los que el Tri cometió tras la contundente derrota por 2-4 frente a Suiza; una actuación que significó dar dos pasos atrás en el proyecto que el ‘Vasco’ ha intentado construir.
"La idea es ganar, defender mejor de lo que defendimos ante Suiza. Estos errores no los quiero volver a ver. Si intentamos, que sea sin dudar. No quiero que cometamos errores groseros, sobre todo en mi zona defensiva", precisó Aguirre en la conferencia de prensa de este lunes en la que dejó claro que hay cosas que, con él, simplemente son innegociables.
Representar a una pasión
El 'Vasco' ha construido su reputación en base, entre otras virtudes, al orden defensivo de sus equipos. Ya sea con un bloque bajo y preparado para aprovechar las mínimas oportunidades que se le presenten o con un equipo listo para competir cualquier pelota dividida como si fuera la última para tratar de atacar sin mucho toque de por medio.
Una visión en la que, tras el fracaso de Catar 2022, los directivos mexicanos se refugiaron para tratar de acomodar una tumultuosa selección a la que su propia gente le había dado la espalda, después de años en los que se ha priorizado lo económico por encima de lo deportivo.
Y aunque todavía había que curtir muchas cosas, México arribó al partido frente a Suiza en Salt Lake City con un nuevo espaldarazo de su gente tras varios episodios que dejaban entrever una leve mejoría. Por eso, la paupérrima actuación del Tri enfureció al 'Vasco' que fue tajante en el vestidor respecto a lo que no podía ser uno de sus equipos y mucho más mesurado ante la prensa.
Porque, más allá de los errores por sí solos, lo que le preocupa al entrenador mexicano es la respuesta ante ese tipo de circunstancias del juego: fue evidente que tras recibir el primer gol, el Tri se cayó anímicamente sin una voz dentro del campo que pudiera poner orden. Esa falta de actitud ante la adversidad es, sin duda, la prueba más grande por superar de la selección de cara a una Copa del Mundo que disputará en casa.
"Elegir y no equivocarme en la elección de los jugadores. Estoy buscando que tengan fortaleza mental y sean los mejores jugadores. Quiero no equivocarme y jugando en casa debes ser protagonista, que la gente se sienta orgullosa en la tribuna y digan, me representan", señaló el 'Vasco' en una de las declaraciones que sin duda marcará su tercer ciclo al frente de la selección.
Un país entero anhela que logre su cometido para por fin sentir que 11 futbolistas suyos están a la altura de una multitudinaria pasión que siempre se ha quedado con las manos vacías.