Podemos empezar por qué Christian McCaffrey se convirtió en el último partido en el segundo jugador de la historia de los 49ers -sin ser quarterback- en sumar 20 o más touchdowns en una temporada. El otro nombre os sonará: Jerry Rice, considerado por muchos como uno de los mejores que han pisado un campo de fútbol americano.

Sin embargo, el impacto del '23' de la franquicia californiana trasciende mucho más allá de las estadísticas y del presente curso. Desde su llegada hace poco más de un año ha convertido al equipo en un rival temible y ha transformado el ataque de San Francisco.

Hace mejores a sus compañeros y, junto a él, el último elegido del Draft de 2022 (Brock Purdy), ha evolucionado a la categoría de mariscal de élite. Y es que CMC no sólo arranca corriendo desde la espalda de 'Mr. Irrelevante', sino que también recibe sus pases de anotación -siete en lo que llevamos de temporada regular-.

Hacía mucho tiempo que no se veía un jugador tan dominante como McCaffrey en la NFL. Es versátil, fuerte y capaz de lanzar el ovoide si alguna jugada sorpresa lo requiere. Lo tiene todo y es hora de que honre el legado de un Jerry Rice que nunca consiguió el MVP principal, el de la Associated Press, que se entrega desde 1957 y tuvo como ganador de sus dos primeras entregas al legendario corredor Jim Brown.

Con él, los 49ers son, sin duda, el conjunto a batir de cara a llevarse el título en febrero de 2024. Las apuestas le meten a duras penas entre los 10 primeros contendientes al premio de Jugador Más Valioso, pero este humilde redactor pone todos los huevos en la cesta de CMC.