Mahomes, el mariscal de campo de 27 años que llevó a Kansas City a un segundo título de Super Bowl en cuatro campañas en febrero pasado, guiará a los Chiefs contra el visitante Detroit en la apertura.
Intentará llevar a Kansas City a una final de conferencia por sexta temporada consecutiva con la esperanza de llegar a la Super Bowl 58 en Las Vegas el 11 de febrero de 2024.
La mayoría de los clubes de la NFL iniciarán su temporada el domingo, mientras que Buffalo visitará el lunes a los New York Jets, ahora liderado por el cuatro veces MVP de la NFL Aaron Rodgers.
Mahomes dice que está motivado por su deseo de capturar otra corona de Super Bowl.
"Creo que siempre tengo ese chip en el hombro", dijo Mahomes. "Entiendo lo afortunado que soy de estar aquí".
"No tienes estas ventanas donde puedes ganar Super Bowls demasiado tiempo por lo general y, por suerte para nosotros, esa ventana ha sido muy grande. Pero sales ahí fuera y tienes esa mentalidad cada año, vas a intentar ganar esa cosa otra vez".
Los Chiefs no contarán con un jugador clave en su unidad defensiva, ya que el tackle Chris Jones sigue sin firmar un contrato a la espera de un mejor acuerdo. Jones, de 29 años, participó en 44 placajes e igualó la mejor marca de su carrera con 15,5 sacks, siendo titular en todos los partidos de su séptima temporada en la NFL, todas con Kansas City.
"Es el mejor jugador defensivo de la liga", dijo Travis Kelce, ala cerrada de los Chiefs. "Se merece todo el dinero del mundo".
Kelce, el principal blanco de Mahomes, atrapó 110 pases para 1,338 yardas y 12 touchdowns la temporada pasada. Pero su estatus estaba en duda tras sufrir una hiperextensión de rodilla en una práctica del martes.
Aunque los Chiefs siguen siendo el rival a batir, ningún equipo ha ganado dos Super Bowls consecutivas desde que Tom Brady guió a los New England Patriots a la victoria en los campeonatos de la NFL de 2004 y 2005.
Pero por primera temporada desde 1999, el legendario quarterback Brady estará ausente, retirado tras una racha récord de siete títulos de Super Bowl.
Hay muchos otros clubes esperando para hacerse con el trono, incluidos los Jets, a los que Rodgers, de 39 años, llegó procedente de Green Bay en abril.
"Creo que tenemos una oportunidad legítima de conseguirlo", dijo Rodgers. "Creo que somos uno de esos equipos".
Dirigirá a un club reconstruido para ganar ahora, pero que no ha ganado un Super Bowl desde 1969 y no ha llegado a los playoffs desde 2010. Rodgers dice que la química es una clave tanto como el talento.
"Este equipo tiene mucho talento", dijo Rodgers. "Veremos si esa otra parte se mantiene unida".
Los Ravens gastan a lo grande para volar alto
Los Eagles, liderados por el mariscal de campo Jalen Hurts, perdieron ante Kansas City en la Super Bowl hace siete meses, pero se espera que también compitan junto con San Francisco, los Buffalo Bills de Josh Allen y los Cincinnati Bengals, que han estado sin Joe Burrow durante casi seis semanas de entrenamiento debido a una lesión en la pantorrilla.
Detroit va a Kansas City el jueves con la esperanza de llegar a los playoffs por primera vez desde 2016 y ganar un partido de playoffs por primera vez desde la postemporada de 1991.
Los Lions ganaron ocho de sus últimos 10 partidos la temporada pasada para terminar 9-8, su mejor campaña en un lustro. Jared Goff, quien fue quarterback de Los Ángeles Rams en la Super Bowl 2019, regresa para dirigir el ataque tras lanzar para 4,438 yardas y 29 touchdowns la temporada pasada.
Baltimore firmó al señalador Lamar Jackson, una amenaza de carrera y pase, una extensión de cinco años por 260 millones de dólares y gastó 15 millones en el receptor abierto Odell Beckham Jr, tres veces Pro Bowl, quien jugó por última vez en la Super Bowl de 2022 cuando sufrió una segunda rotura de ligamentos en la rodilla. Si ambos se unen bien, los Ravens podrían volar alto.
"Tengo un gran grupo de chicos a mi alrededor y ahora mismo siento que es el momento de elevarme", dijo Jackson.
La nómina de Baltimore, de 303 millones de dólares, sólo es superada por la de los Jets y Cleveland.
La esperanza vuelve a Washington después de que el nuevo propietario Josh Harris llegara en julio en lugar de Dan Snyder, que compró el club en 1999 y supervisó sólo dos triunfos en los playoffs.