Los Baltimore Ravens se están reafirmando como uno de los equipos más dominantes de la NFL en lo que llevamos de curso. En la madrugada del jueves al viernes 17 de noviembre barrieron a unos Cincinnati Bengals a los que no dejaron ganar ni un sólo cuarto.
Si bien no está siendo la mejor de las temporadas para la franquicia de Ohio, la explosión del equipo comandado por Lamar Jackson (264 yardas, dos touchdowns y 16/26 en pases) viene siendo una constante desde que arrancó la campaña.
Pero más allá de la puntuación, que resultó muy favorable para los Ravens, el encuentro estuvo marcado por las lesiones importantes en ambos bandos. Cincinnati perdió a Joe Burrow por problemas en la muñeca y Baltimore a su 'tight end' estrella Mark Andrews. Además, los locales tuvieron también un susto con su quarterback.
Echando un vistazo a los números, quedan reflejados los motivos de la paliza. Mientras que el cuadro dirigido por John Harbaugh cosechó 405 yardas totales, los Bengals sólo alcanzaron a sumar 272. La eficiencia en momentos decisivos fue otro factor clave con 6/12 en terceras oportunidades para los de Maryland por el 2/11 de los visitantes.
OBJ recuperado
Una de las grandes noticias de la noche fue ver que, de una vez por todas, Odell Beckham Jr. está completamente recuperado. El 'wide receiver' natural de Luisiana atrapó el balón para avanzar más de 100 yardas (116 en 4 capturas) por primera vez desde el partido por el campeonato de la NFC de 2021, portando la camiseta de Los Angeles Rams.
En aquella cita, previa al triunfo de los californianos en la Super Bowl LVI durante el que se lesionó la rodilla, OBJ recogió nueve veces el ovoide para 113 yardas, demostrando su importancia dentro de un equipo campeón.
Regresando al Ravens - Bengals, los brotes verdes dejados por Beckham, estuvieron acompañados de una magnífica actuación de Gus Edwards por vía terrestre con 62 yardas y dos llegadas a la zona prometida.