'Éxito' es un término, por lo tanto, escasamente asociado con los Lions. Tras el éxito de 1957 -Detroit también ganó la final contra los Browns-, sólo se consiguió una victoria más en los play-offs: en 1991 contra los Dallas Cowboys. Aparte de eso, ha sido pobre y el declive de la ciudad fue de la mano del de la franquicia de la NFL. ¿El punto más bajo? 2008. Los Lions no ganaron ni un solo partido. ¿Uno de los tight ends de aquel equipo? Dan Campbell, el actual entrenador jefe. Conoce como nadie el dolor y el negro pasado de los Lions. Él, más que nadie, es el salvador que Detroit lleva décadas suplicando.
Qué diferente es la situación de San Francisco, que juega en casa por ser cabeza de serie número 1. El equipo produjo varios grandes nombres y ganó el encuentro final cinco veces durante la era de la Super Bowl (desde 1967). Sin embargo, la última vez fue hace tiempo: en 1994, Steve Young fue el último quarterback que se hizo con el Trofeo Vince Lombardi para los 49ers. El equipo californiano está muy cerca de conseguir nuevos honores. En las últimas cinco temporadas, ha llegado cuatro veces a la final de la NFC.
Un hombre con una misión
Eso convierte a los Lions en la gran sorpresa de este año. El equipo ya terminó la temporada pasada con un récord ganador (9-8), mostrando signos de recuperación, pero este éxito de 2023 no habrá sido pronosticado por muchos. Con Campbell como entrenador, sin embargo, Detroit ha traído a un hombre con una misión. Le llevó un tiempo conseguir eliminar por completo el manto gris que se cernía sobre la organización durante tanto tiempo, pero actualmente todo vuelve a brillar en Detroit. En el Ford Field, el equipo logró sendas victorias contra los Rams de Los Ángeles y los Buccaneers de Tampa Bay. No fue fácil, pero el espíritu de lucha estuvo presente en todo momento.
El carácter también debería ser el factor decisivo en San Francisco, pero la calidad es y siempre será la base en la NFL. Con Jared Goff, los Lions tienen un quarterback experimentado que ya estuvo una vez en la Super Bowl con los Rams (y perdió). Tiene a dos fenómenos como armas con el receptor Amon-Ra St. Brown y el ala cerrada novato Sam LaPorta, y el cuerpo de corredores es fuerte. La defensa está liderada por el 'defensive end' Aidan Hutchinson, que es una de las caras del nuevo Detroit. Por muy bien que lo hagan estos nombres, los 49ers rebosan talento.
'Mr. Irrelevant'
El quarterback Brock Purdy, elegido como último jugador del draft de 2022, es el epítome de una historia de cuento de hadas. El 'Sr. Irrelevante' jugó una temporada digna de MVP con 31 touchdowns y 11 intercepciones, con un 'rating' de pase de 113. Puede que hayan surgido algunas dudas tras el partido de la semana pasada contra los Green Bay Packers. Sólo completó el 58% de sus pases. Sin duda, la defensa de los Lions no es mejor que la de los Packers, pero una Final de Conferencia no suele ofrecer margen para el error. El líder ofensivo siempre puede contar con otro candidato al MVP: Christian McCaffrey, el jugador más dinámico de la NFL. Además, San Francisco cuenta con un arsenal de creadores de juego que el resto de la liga envidia.
Los 49ers son los favoritos, pero los Lions van a pelear con uñas y dientes. Y estos últimos son una fuerza que no hay que subestimar. La calidad suele ser decisiva, pero a veces se produce uno de esos momentos en los que la fuerza de voluntad y la energía se imponen. Excepto en la zona de la bahía, toda América y todos los aficionados al fútbol de fuera de ella empujan por Detroit.
Una ciudad que lo perdió todo tiene el domingo ganado al mundo. Si tiene éxito, provocará escenas sin precedentes en la 'Motown'. Entonces la ciudad bullirá como en los días en que los Jackson 5 bailaban en los bares locales. Durante un tiempo, la tristeza de las fábricas de automóviles cerradas se desvanecerá en el fondo. ¿Y si fracasa? Entonces Detroit sabrá que puede volver a estar orgullosa de sus Lions por primera vez, quizás, desde 1957.
El saque inicial del partido San Francisco 49ers - Detroit Lions es el domingo a las 00.30 horas.