Restaban poco menos de cinco minutos para terminar el tercer cuarto en el Kansas City Chiefs - Los Angeles Chargers de la Semana 18 y Chris Jones derribó al quarterback Easton Stick. Una gran acción defensiva de uno de los mejores de la liga en su puesto. Todo normal hasta ese punto.

Sin embargo, en cuanto el jugador se incorporó se desató la locura sobre el verde del SoFi Stadium. El defensor y buena parte de la plantilla corrieron despavoridos hacia la banda, donde el protagonista terminó revolcándose por el suelo y festejando con una euforia, a primera vista, desmedida.

Lo cierto es que Chris Jones tenía un buen motivo para volverse completamente loco. Acababa de superar los 10 'sacks' (derribos del mariscal rival) en temporada regular, lo que le reportó un suculento bonus económico de 1,25 millones de dólares (1,14 de euros) por alcanzar el objetivo.

Con ese placaje, el '95' de los Chiefs se fue hasta los 10.5 'sacks' en la temporada y fue capital en el triunfo del equipo dirigido por Andy Reid, que defiende el título conseguido en la última Super Bowl tras vencer a los Philadelphia Eagles.

Kansas abrirá los Playoffs con un difícil compromiso ante los Miami Dolphins, que perdieron el liderato de la AFC Este en la última semana con una dolorosa derrota contra los Buffalo Bills, uno de los equipos más en forma del momento.