El año pasado, los Texans llegaron a los playoffs con el quarterback novato C.J. Stroud. Con incorporaciones como la de Diggs, el equipo de Houston busca dar el siguiente paso. Anteriormente, el equipo de los propietarios Janice y Cal McNair incorporó a grandes nombres como el corredor Joe Mixon y el pasador Danielle Hunter. En los años anteriores a la llegada de Stroud, el NRG Stadium fue a menudo presa de la fatalidad, provocada en parte por el "expediente Deshaun Watson". El quarterback estuvo en el centro de una revuelta en torno a la agresión sexual a unas masajistas. También echó para atrás deportivamente a los Texans.
Los Bills se despidieron de varios nombres importantes durante la temporada baja. El equipo del mariscal de campo Josh Allen vio partir a los defensores Jordan Poyer y Tre'Davious White de la secundaria, así como al centro titular Mitch Morse y al linebacker externo Leonard Floyd. Diggs firmó otra extensión de contrato por cuatro años y 104 millones de dólares en abril de 2022. Eso también significa que Buffalo tendrá que tragarse algo más de 31 millones de dólares en dinero muerto el próximo año, la cantidad más alta de la historia para un receptor abierto.
Compromiso
El matrimonio entre Diggs y los Bills no fue infeliz, pero sí problemático. Siempre ha habido dudas sobre su compromiso, aunque el receptor reveló que estaría encantado de retirarse como "Bill". Sin embargo, la conexión entre Allen y Diggs la temporada pasada no funcionó como los años anteriores e incluso hubo una racha de siete partidos sin touchdown entre medias.
Stefon Diggs fue reclutado con la selección 146 en la quinta ronda del Draft de la NFL de 2015 por los Minnesota Vikings. Después de cinco años, se fue a los Bills, donde fue un hombre clave durante cuatro años y también llegó al Pro Bowl cada año. En 2020, Diggs fue el líder de recepciones y yardas de recepción de la NFL.