Christopher Nkunku protagonizó la peor noticia para la selección francesa en las últimas horas. El delantero, en una acción fortuita, se echó al suelo y llamó la atención de todo los allí presentes. Eduardo Camavinga, que incluso recibió algunas acusaciones vía redes sociales y tabloides por supuestamente haber lesionado a su compañero, era el otro jugador que disputaba el balón en dicha acción. Aunque en un primer momento parecía que se trataba de un golpe por parte del centrocampista del Real Madrid, pronto se supo que no era así.
Las primeras exploraciones apuntaban a un esguince, contratiempo que resultaba suficiente para que no pudiera disputar el Mundial. Lo que el futbolista esperaba, por tanto, era estar recuperado relativamente pronto, quizás incluso antes de que terminara el año 2022 (siempre en función del grado). Tampoco era demasiado consuelo porque no hubo noticia más triste que esa en el apartado deportivo, la que confirmaba que iba a ver desde casa la cita en la que esperaba triunfar.
Pasados ya varios días, de regreso a las instalaciones del RB Leipzig, los servicios médicos de su club han podido realizarle las pruebas pertinentes con una mayor exactitud y se han encontrado con una desagradable sorpresa: el talentoso delantero, que le marcó al Real Madrid en la fase de grupos de la Champions League y ha sido vinculado en alguna ocasión al propio conjunto blanco, sufre una rotura del ligamento lateral de la rodilla izquierda.
No se descarta el quirófano
Se desconoce cuánto tiempo tendrá que estar parado, pero podría causar baja para lo que resta de temporada. De hecho, la incertidumbre es tanta que incluso aún deben decidir si se opta por un tratamiento conservador o finalmente pasa por el quirófano. Esta última opción suele ofrecer más garantías de cara al futuro, aunque también -a priori- alarga el número de meses en el dique seco.