Tras perder por 1-0 en el partido de ida en Milán, la tarea inicial para el Oporto era intentar igualar rápidamente el marcador, y estuvieron cerca de lograrlo cuando Mateus Uribe lanzó un potente disparo desde 30 metros hacia la escuadra que André Onana desvió con la punta de los dedos.
La derrota por 2-1 ante el Spezia en la última jornada hizo que el Inter cambiase de planteamiento en el Estadio do Dragao. Los nerazzurri buscaban que el Oporto solo pudiera intentar lanzamientos lejanos, lo que causó pocos problemas a Onana, que sofocó el intento de Stephen Eustaquio.
Con la esperanza de mejorar su pésima racha de una victoria en sus últimos ocho partidos en Portugal, el Inter no tardó en mostrar su peligro ofensivo cuando Edin Dzeko encontró espacio en el área y obligó a Diogo Costa, que cumplía su partido número 100 con el Oporto, a realizar una gran parada.
Los lusos necesitaban desesperadamente encontrar la forma que les había llevado a ganar nueve de sus diez últimos partidos en casa para encontrar al menos un gol que les permitiera seguir en la Liga de Campeones, pero el cuadro italiano siguió frustrando a los locales y a punto estuvo de sentenciar la eliminatoria cuando Nicolo Barella remató fuera por escasos centímetros desde el borde del área.
El Inter fue un equipo compacto para mantener a raya a los portugueses y cerró la eliminatoria con profesionalidad, a pesar de una avalancha de ataques del Oporto en los últimos minutos antes de que el partido se resolviera con la expulsión de Pepé por doble amonestación.
El Oporto, que había ganado sus dos últimos partidos en casa en la fase de grupos de la Liga de Campeones, tenía muchas posibilidades de remontar, pero le faltó la creatividad necesaria para abrir la lata.
Los hombres de Filippo Inzaghi demostraron mucha garra para evitar su tercera derrota consecutiva fuera de casa y clasificarse de este modo para los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Flashscore Jugador del partido: André Onana.