Donovan Carrillo se ha colocado, desde la pista de hielo, como uno de los atletas mexicanos de más renombre en la actualidad y con mejor proyección para los próximos años. Este domingo ha vuelto a confirmar su estatus con una gran actuación en China con la que logró clasificarse a sus segundos Juegos Olímpicos de Invierno.
En los últimos años, México se ha acostumbrado a vibrar cada vez que el patinador artístico Donovan Carrillo sale a competir. Con gallardía y sensibilidad, el nacido en Jalisco está consolidado como una de las principales inspiraciones que tienen en el deporte más de 120 millones de personas en el país.
Un nuevo episodio del talento inmaculado de Carrillo ocurrió este domingo en China, donde el mexicano de 25 años ejerció su jerarquía curtida en tiempos recientes para lograr un tercer puesto con el que obtuvo su pase a los Juegos Olímpicos de Invierno Milano Cortina 2026 en la categoría individual masculino.
Una actuación para la historia
La noticia le puso sabor a un domingo apaciguado y familiar en la idiosincrasia mexicana, pero fue la forma con la que compitió Carrillo la que terminó cautivando las emociones de un país que sabe que, con él en la pista de hielo, las probabilidades de alegría son fehacientes y altas.
Vestido de negro con la elegancia de siempre, Carrillo acompañó la melodía de la emblemática ‘My Way’ que levantó suspiros y júbilos en la grada del Skate to Milano 2025, antes de que todas las emociones de desbordar cuando el mexicano mezcló su rutina vistosa con la icónica ‘Jailhouse Rock’.
Fue con la canción preponderante del único Elvis Presley con la que el mexicano fue construyendo su clasificación a la justa olímpica. Y junto a ese talento innato para desarrollarse en un deporte que dista mucho de tener popularidad en las pasiones nacionales, Carrillo también ha utilizado un carisma cercano con la gente.
Por eso, cuando los jueces le dieron al jalisciense una calificación de 222.36 puntos en total, entre su programa libre y el corto, para confirmar la presencia de Carrillo en la justa invernal, el argot deportivo nacional se le volvió a entregar sin disimulo, reconfortando su estatus de atleta preponderante y una de las máximas esperanzas mexicanas a corto y mediano plazo.
Pasión por el patinaje artístico
Como lo ha hecho últimamente, Carrillo edificó un nuevo capítulo en su venerada historia justo al terminar su última rutina, cuando se quedó con los brazos en el aire con una curvatura estética y firme con la que varios en la grada se pusieron de pie. Un trabajo que le otorgó un tercer lugar en la competencia doméstica.
Una vez confirmada la posición, las calificaciones y su boleto a los Juegos Olímpicos, el mexicano corrió despavorido al lugar donde estaban sus entrenadores Benoît Richaud y Gregorio Núñez, a quienes abrazó suelto de nervios y presiones, sólo con la imperiosa necesidad de hacerles ver que lo suyo, también les pertenecía.
“Donovan Carrillo brilla en el Preolímpico de Patinaje Artístico sobre Hielo en Beijing, China, donde logró posicionarse en 3° lugar. Su logro nos inspira y pone en alto el nombre de nuestro país en esta disciplina. ¡Enhorabuena!”, escribió en redes sociales el Comité Olímpico Mexicano, haciendo eco de lo que todos los mexicanos comenzaban a saber recién descubriendo la mañana de un nuevo domingo.
La imagen de Carrillo en el pódium, justo por detrás del ruso Petr Gumennik y el surcoreano Hyungyeom Kim, cautivó de sobremanera a las redes sociales mexicanas que comienzan a acostumbrarse a dejarse querer por un atleta que sigue, casi sin proponéroslo, cambiando una cultura deportiva para mostrarle a todos que la pasión no es exclusiva del fútbol.