Llegaron para ganar el Mundialito, pero se dieron un chasco enorme cuando el Al Ahly les sorprendió en la semifinal para luchar por el título contra el Real Madrid. No hay consolación, pues, que valga para el Flamengo. Pero aun así tenían que disputar el encuentro por el tercer y cuarto puesto y dejar una buena imagen en su despedida. 

Todo empezó bien cuando a los 10 minutos Gabigol transformó en gol un penalti por falta de Ali Maaloul. Pero el propio futbolista se resarciría de su error sacando un córner que encontró a Abdelkader para que este, de cabeza, empatase el duelo. 

Así se llegó al descanso, con todo por decidir. Y se le puso franco a los egipcios cuando el árbitro decretó penalti a los 10 minutos de la reanudación. Ali Maaloul, protagonista en lo bueno y en lo malo, tiró la pena máxima pero Santos le adivinó la intención. 

Los egipcios, madres en defensa

A pesar de ello, los africanos continuaron buscando el segundo y lo encontraron en una gran acción individual de Abdelkader. El problema del Al-Ahly es que su sistema defensivo es horrible. Y eso no le da para este nivel. Abdulfatah cometió una torpeza cerca de su área y fue expulsado con media hora por delante de partido. 

Poco después una pésima salida de El Shenawy dejó solo a Pedro para marcar a puerta vacía y poner de nuevo las tablas. Ese gol dio nuevos bríos a los brasileños. Y entre eso y los propios errores en la zaga, llegaron el tercero y cuarto del Fla. Fue Gabigol, otra vez de penalti, el que puso el 3-2 en el 85. Y en el 91 llegó el doblete de Pedro para cerrar el marcador con el 4-2 y conquistar el tercer puesto. 

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