El ciclista de Castellón, que defiende el maillot del Burgos-BH cuando compite en carretera, aventajó en un punto al danés Niklas Larsen y en cinco al neerlandés Philip Heijnen.
Fue una clase magistral de cómo afrontar una carrera de esa índole, siendo protagonista desde el inicio de las 160 vueltas programas, y guardando aun así fuerzas para esprintar en los últimos metros y poder ganar la doble puntuación que otorgaba la última vuelta.
Sebastián Mora ya había subido a lo más alto del podio en 2016, en la especialidad de scratch, y era la gran esperanza para el ciclismo español en este evento. Ha cumplido con creces.