La organización se tomó unos días para reflexionar acerca de si debía llevarse a cabo la prueba y finalmente optó por celebrarla. Eso sí, con un afán especialmente recaudatorio tras lo ocurrido el pasado 29 de octubre. Esta vez, los logros deportivos importaban algo menos que en años anteriores.
Sawe dio un auténtico golpe de efecto en la recta final y superó a Mateiko, quien llegó a meta con dificultades, tras un brutal cambio de ritmo (1h01:18 en la primera media y 1h00:47 en la segunda). Así, el keniano se estrenó en los 42 kilómetros y 195 metros a lo grande, con un registro de 2:02:05. La plata fue para Geleta (2:02:38).
En mujeres, Alemu fue capaz de marcar los tiempos y logró un autoritario triunfo pese a tener algunos problemas -de carácter digestivo aparentemente-. La etíope cruzó la línea de meta en 2h16:49 y disfrutó de un colchón notable respecto a su más inmediata perseguidora (Chesire, 2:18:26). No muy lejos de esta última, Mesfin, bronce con 2:18:35.
Luengo brilla con luz propia
En clave española, Ibrahim Chakir completó la distancia reina en 2:07:32, insuficiente de cara a la mínima que se exige para el Mundial de Tokio en 2025. Sin embargo, puede estar más que orgulloso porque esta es su mejor actuación. Dani Mateo (2:08:57) y Andreu Blanes (2:09:18) completaron el podio nacional.
Las miradas apuntaban a Majida Maayouf en el caso de las mujeres: su objetivo era el récord de España y se quedó a sólo unos segundos (hizo 2:21:43), de ahí que se diera golpes en la cabeza cuando vio el cronómetro. En su análisis posterior, hizo mención a la influencia (negativa en este caso) de los Juegos Olímpicos de París.
Una de las grandes sensaciones del día fue Laura Luengo, quien llegaba a la capital del Turia con 2:25:35 y se marcha con un extraordinario 2:22:31 (además de un meritorio séptimo puesto en la femenina). "Venía con una estrategia muy clara, soy muy positiva conmigo misma. Ha sido increíble, no sólo por la posición nacional, sino por la internacional", expresó.