El problema del cuadro londinense no es el dinero, está claro. La salida de Abramovich le afectó un par de meses, pero la nueva propiedad está dispuesta a seguir invirtiendo a diestro y siniestro en jugadores.
El Arsenal era otro de los clubes que habían negociado por el mediapunta de Krasnodar. De ahí que sus vecinos del Chelsea no hayan tenido reparos en pagar esa cifra para adelantarse en el fichaje de la perla ucraniana, una de las revelaciones de la Champions esta misma temporada, a la que ha atado con un contrato de larguísima duración, hasta junio de 2030.
La negociación se aceleró en la tarde del sábado entre el presidente del Shakhtar, Rinat Akhmetov, y el copropietario del club inglés, Behdad Eghbali.
Con la llegada de Mudryk, la inversión económica del Chelsea, sólo en el mercado invernal, del que aún queda la mitad- es ya de 173 millones de euros. A los 100 del atacante ucraniano hay que sumarles los 38 pagados por Badiashile, los 12,5 por Andrey Santos, otros 12 por David Fofana y los seis (más otros cinco de su ficha) que le ha costado la cesión de Joao Félix.
Los números aumentan hasta superar los 400 millones de euros si añadimos las incorporaciones en verano. Por entonces abonaron 80 por Wesley Fofana, 65 por Cucurella, 56 por Sterlling y otros 38 millones por Koulibaly.