Ya habían ganado por 9-0 en la ida, un resultado que reforzaba esa condición intrínseca de favoritas, pero después de perder contra el Bayern Múnich, el Barcelona no quería ningún otro traspiés. Muy pronto, la zaguera Irene Paredes, asistida por Aitana Bonmatí, inauguró el marcador en el minuto 8 de partido, aunque el segundo tardó mucho más en llegar, al final de la primera mitad (en el 47', Claudia Pina a pase de Lucy Bronze). Con el 0-2, todo quedaba prácticamente listo para sentencia.
Poco después de que arrancara la segunda mitad, Aitana hizo bueno el pase de Crnogorcevic, autora del 0-4, para abrir una brecha algo más grande en el marcador. Las locales intentaron salvar su propio honor y estuvieron cerca de intimidar a las visitantes porque Jessica Silva anotó el primero a falta de media hora, unos diez minutos antes de que Nycole Raysla fallara un penalti.
A partir de ahí, se sucedieron los acontecimientos: Ana Seica marcó en propia puerta (1-5), Cloe Lacasse hizo el segundo, Mariona Caldentey protagonizó el definitivo 2-6 y Ana Vitoria desperdició otra pena máxima más para las lisboetas, que se despedirán de la competición europea contra el Bayern Múnich a sabiendas de que, pase lo que pase, no hay otro destino posible.
Las culés dominaron en prácticamente todas las facetas del juego porque tuvieron un 61% de posesión y gozaron de hasta 27 ocasiones para hacer gol (frente a seis por las portuguesas). La diferencia también fue muy abultada en los saques de esquina (uno contra 12) y en las intervenciones de las porteras (Rute Costa apareció ocho veces -aunque recibió seis tantos- y Sandra Paños participó en tan solo dos, justo cuando paró sendos lanzamientos desde los 11 metros-).