El Barça afrontaba el partido como si de una “pelota de partido” se tratase, sabiendo que tenía una oportunidad de oro para dar el golpe en la mesa en LaLiga que acabó dando finalmente.

La derrota del Real Madrid en Mallorca hacía que una victoria les pudiera poner ocho puntos por encima de su máximo rival, una renta muy difícil de remontar y más con la impresión en los últimos tiempos de que el equipo azulgrana, ya juegue bien, mal o regular, siempre se acaba llevando el gato al agua tarde o temprano, no en vano su última (y única) derrota liguera fue el pasado 16 de octubre en el Bernabéu.

Enfrente estaba un Sevilla que ya no era el pobre equipo que no le ganaba a nadie a comienzos de la presente campaña y llegaba al Spotify Camp Nou con tres victorias en sus últimos cuatro partidos, aunque el feudo catalán no se le había dado bien, ya que su última victoria fue en 2002.

Bono se impuso a Lewandowski en la primera parte

Como era de esperar, el inicio del partido fue un monólogo para los chicos de Xavi, que se encontraron con un rival con defensa de cinco y con el debut del recientemente incorporado Gueye en el centro del campo.

Las cosas no comenzaron muy bien para el conjunto barcelonés, que vio cómo Busquets solo duró cuatro minutos hasta caer víctima de una fea torcedura de tobillo que obligó a su entrenador a cambiarle por Kessié.

Aunque esto no cambió el plan del partido, con dominio local que pudo acabar en gol de no ser porque Bono le negó por partida doble la gloria a Lewandowski. Primero en un mano a mano, con ayuda de Gudelj, y después con una de las mejores paradas del año tras un trallazo del polaco desde fuera del área.

El equipo de Jorge Sampaoli hacía lo que podía, que era defenderse, aunque ni siquiera las pocas veces que recuperaba el balón podía pasar de medio campo ante la presión tras pérdida asfixiante del Barça, por lo que en la primera media hora Ter Stegen no fue más que un espectador de lujo.

Tan solo en los últimos 10 minutos pudieron desperezarse un poco los rojiblancos, aunque sin nada de peligro, pero bastante tenían con aguantar con la portería a cero como hicieron hasta el descanso, aunque poco antes Gudelj provocó infartos en los aficionados desplazados a la Ciudad Condal cuando estuvo a punto de marcarse en propia puerta.

En la segunda parte, Sampaoli quiso innovar poniendo a Rakitic como delantero centro y dio entrada de inicio a Brian Gil y a Lamela, aunque el plan no le salió como esperaba al técnico argentino, puesto que la dinámica fue exactamente la misma que la de los primeros 45 minutos y el resultado, mucho peor.

Al Sevilla le duró el fuelle 60 minutos

Parecía cuestión de tiempo que los culés encontraran un hueco en la cada vez más débil defensa sevillana, y esto llegó sobre la hora de encuentro. Kessié se quedó quieto en el área de Bono y esperó a que Jordi Alba se desmarcase para encontrarle con un toque sutil. El lateral no desaprovechó el regalo y cruzó el balón por bajo para adelantar a los suyos.

Esto fue el principio del fin para los de Nervión, que se deshicieron como un azucarillo y la última media hora del choque quedaron a merced de sus oponentes, que olieron la sangre y fueron a sentenciar el partido.

Al Barça últimamente le sale todo y recupera para al causa a cualquier jugador que tenga minutos. Ante el Sevilla brilló Raphinha, que fue titular por la banda derecha ante la lesión de Dembélé y no decepcionó. En el minuto 70, corrió tras un pase largo de Koundé, recortó a su defensor y le puso el balón perfecto a Gavi para que, luciendo su flamante número 6 en la camiseta, empujara a placer para marcar el segundo.

La fiesta todavía continuó y fue el propio extremo brasileño ell encargado de cerrar el partido con su tanto culminando una bonita jugada colectiva que comenzó De Jong, siguió Alba y ejecutó el ex del Leeds con la zaga andaluza sin capacidad de reacción.

El desempeño sevillano se resume en un dato. No fue hasta el minuto 86, con el partido ya perdido, cuando tiraron por primera y única vez a puerta, por lo que no tuvieron nada que hacer y se quedan en el puesto 16 con solo dos puntos por encima del descenso. Todo lo contrario sucede en el Barça, que vive inmerso en un sueño y va camino de una temporada histórica en LaLiga como siga así. 17 victorias en 20 partidos y 53 puntos, ocho más que el Madrid, hacen que tengan media asa del trofeo de campeón agarrado.

Jugador Flashscore del partido: Raphinha.

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