Como si de una final se tratase, un San Mamés abarrotado se vistió de gala para acoger el partido número 92 en LaLiga entre el Athletic y el Real Madrid en tierras vascas, un auténtico clásico del torneo doméstico y choque siempre especial. Esto lo sabía la afición bilbaína, que recibió a ambos equipos con un espectacular mosaico rojiblanco y bufandas al viento.
Y los suyos no les quisieron defraudar, puesto que salieron al terreno de juego con la quinta marcha puesta desde el primer segundo para tratar de golpear primero ante un conjunto blanco en el que Carlo Ancelotti optó por la terapia de choque ante el mal momento que atraviesan los suyos.
Ni Kroos ni Modric en el once madridista
No tiene que ser sencillo para un entrenador dejar en el banquillo de un partido grande a dos estrellas como son Modric y Kroos, pero al italiano no le tembló el pulso y prescindió de ambos en el once titular para dar entrada, en un novedoso y revolucionario centro del campo, a Camavinga, Valverde y a un Dani Ceballos al que premió (junto con Asensio) por su determinante papel en la remontada copera ante el Villarreal del pasado jueves.
Como era previsible, los dos conjuntos buscaban en la medida de lo posible las transiciones rápidas. Con algo más de calma los blancos, porque era imposible igualar la presión y el vértigo que le imprimen al juego los Williams, Iñaki y Nico, que no se amilanaban ante unos defensas tanto o más rápidos (y ya es decir) que ellos como Mendy, Rudiger y Militao.
Aunque el primer disparo, una vez menguado el arreón inicial del Ahletic, fue de Benzema, las mejores ocasiones de la primera fase del choque las tuvieron los vizcaínos. El central canterano Aitor Paredes, titular obligado por las bajas tanto del lesionado Iñigo Martínez como del (polémico) sancionado Yeray Álvarez, quiso estrenarse en el once inicial a lo grande con un buen cabezazo que obligó a Courtois a estirar sus dos metros para impedir el gol.
Después fue el turno de la dupla de hermanos. Nico, tras una gran acción individual con caño a Camavinga incluido, disparó con rosca con la zurda fuera por poco desde la frontal del área, y pocos minutos después fue Iñaki el que trató de alejarse del guardameta belga, pero tiró sin ángulo al lateral de la red.
Otra vez Benzema
Con paciencia, el Madrid sabía que la gasolina vasca tendría que agotarse en algún momento, y este momento llegó mediado el primer tiempo. Fede Valverde, desde la banda derecha, puso un centro que Asensio, como pudo, consiguió salvar de cabeza y ahí volvió a aparecer la bestia negra del Athletic.
Benzema, que ya fue ovacionado por San Mamés por su doblete en el partido liguero de la temporada pasada, se sacó una volea casi imposible con su pierna izquierda yendo hacia atrás para marcarle su gol número 17 en LaLiga a su rival favorito. Este tanto también sirvió para que sumara 228 e igualara a una leyenda como Raúl en el campeonato nacional.
Con el 0-1, a los pupilos del Txingurri Valverde se les aparecieron todos los fantasmas, tanto actuales como históricos. Tres partidos seguidos sin ganar en liga desde la vuelta tras el Mundial de Catar (lo que les había dejado fuera de los puestos europeos), solo una victoria ante los blancos en las últimas 12 temporadas ligueras…
Con todo esto, lo mejor que les pudo pasar fue llegar al descanso para tratar de recargar las pilas para comenzar el segundo tiempo de nuevo con la misma intensidad que habían empleado al principio.
Y así fue. El guion tras la reanudación fue muy similar al que se vio el primer tiempo, con un Athletic mordiendo y llegando al área con facilidad, aunque luego tenían el mismo problema que les ha hecho perder no pocos puntos durante la temporada: la falta de pólvora en ataque.
Esta vez, su depósito de energía duró un cuarto de hora y, aunque De Marcos secó en todo momento a Vinícius en un bonito duelo, los de la capital pudieron poner tierra de por medio con dos oportunidades muy claras. Una de Nacho, que disparó desde el área pequeña al pecho de Unai Simón, y otra de Asensio, que se quedó solo delante del arquero internacional con España tras una gran jugada de Valverde y Benzema, pero que chutó ligeramente desviado.
Asedio bilbaíno sin premio
El triple cambio que ideó el Txingurri, que metió de una tacada a Muniain, Guruzeta y Ander Herrera, les dio a los vascos un extra de intensidad que volcó el partido definitivamente hacia la portería de Courtois.
Esto propició un asedio rojiblanco que bien pudo acabar en el empate inmediatamente, cuando Nico Williams tiró fuera desde dentro del área y luego su hermano mayor vio cómo su gol era anulado por fuera de juego previo de Guruzeta.
Ancelotti también movió ficha dando entrada, ahora sí, a Modric y a Kroos, junto con Rodrygo, para tratar de controlar el juego y, si era posible, matar el partido. Y le salió a la perfección. El centrocampista alemán, en el minuto 90, anotó su gol “marca de la casa” con el interior de su pie derecho que entró pegado al palo para mandar al traste las esperanzas rojiblancas, que se fueron de vacío pese a darlo todo, aunque ya están a cinco puntos de los puestos de Europa League y Champions.
Victoria crucial para el conjunto madridista, que no se podía permitir un pinchazo para no quedar descolgado de la lucha por LaLiga y sigue a tres puntos del Barcelona, que ganó su partido al Getafe.
Jugador Flashscore del partido: Benzema.
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