Con la intención de devolver el título de campeón mundial a la escudería oficial de la marca italiana, y después de un año de adaptación a su montura en un equipo satélite, Marc Márquez ya luce el rojo de Ducati.
En esta nueva aventura tendrá a un duro compañero como Bagnaia, bicampeón mundial de la categoría reina y nada dispuesto a dejar que el piloto español le robe protagonismo en la que ha sido su casa en los últimos años.
Tras los parlamentos de algunos responsables de la marca y partners, y después de mostrar por fin la moto, llegó el momento de escuchar las sensaciones de los pilotos. Márquez aseguraba tener hasta nervios en la presentación. "Todo al rojo. Tengo mariposas en el estómago por este inicio. He luchado mucho contra Ducati, pero el año pasado me devolvieron la sonrisa y ahora estoy emocionado de estar aquí, como piloto oficial".
Para Marc es una nueva ilusión este paso adelante al volver al equipo de fábrica tras el año de transición y después de ser el líder más de una década en Honda. "Llego al equipo que ha sido la referencia en MotoGP en los últimos cuatro años. Queremos el título de pilotos y equipos. Si no gano yo, que gane Pecco", ha declarado haciendo equipo desde el primer instante. Habrá que ver luego en el asfalto cómo se lleva la rivalidad Márquez-Bagnaia.