Dos carreras, en Australia y en China, y dos abandonos, a cada cual más doloroso. El primero, en la vuelta 34 del Gran Premio inaugural del curso cuando intentaba adelantar y perdió el control del coche. El segundo, más decepcionante aún, en la vuelta 4 del circuito de Shanghái, cuando los frenos dijeron basta.
"Tuvimos un problema con el freno hoy, los de atrás estaban muy calientes desde la primera vuelta y, sobre todo en la última, antes de retirarme, pisé el freno en la curva uno y el pedal se fue al fondo sin ningún tipo de frenada", explicaba en Dazn.
Por suerte, como describía el asturiano, "menos mal que es una curva muy larga y vas frenando con las marchas y el freno motor. Si llega a ser la curva 13 o 14, me hubiera llevado a cinco o seis coches por delante, así que, dentro de lo malo, hemos teniedo suerte de no tener un accidente".
Ahora, lo único que queda es aprender el origen del fallo. "Sí, entender qué paso y la siguiente es una tripleta Japón, Bárein, Yeda. A ver si vemos la bandera a cuadros este año".
Desde luego que no está teniendo suerte Fernando Alonso, quien además, llevaba unos días doloridos con un pinzamiento de algún nervio del cuello.