El siete veces campeón del mundo que cambió Mercedes por Ferrari este año, se clasificó quinto el sábado y se alineará junto a su sucesor en las "flechas de plata", Kimi Antonelli, en la tercera fila de la parrilla del domingo. Leclerc se clasificó séptimo.
Para Hamilton, fue un cambio dramático de suerte después de describir su coche como "no conducible" en los entrenamientos del viernes, cuando su ex compañero de equipo en Mercedes, el campeón del mundo de 2016 Nico Rosberg, sugirió que su edad le estaba ralentizando.
"Tuve un problema con el suelo en la FP2 del viernes", explicó Hamilton.
"Así que perdí mucha carga aerodinámica y el equilibrio del coche cambió. Conseguimos arreglarlo y hoy el coche es mucho más manejable y agradable".
"Entrar en la Q3 y entre los cinco primeros me hace muy feliz y estoy deseando que llegue mañana. ¡Puedo correr con este coche!".
"La tanda larga será un reto para todos y elegir qué neumáticos y qué estrategia son los mejores. Pero ya veremos. Mi objetivo es conseguir un podio. Hace mucho que no lo consigo, así que ese es mi objetivo".
La última vez que Hamilton subió al podio, la 202ª de su carrera, fue en Las Vegas el pasado mes de noviembre. Buscará su primer podio en 10 carreras.
El Circuit de Catalunya, escenario de la carrera española, es uno de sus favoritos. Ha logrado un récord de seis victorias, compartido con Michael Schumacher, y seis poles. Ha ganado 105 carreras en su carrera.
Su compañero de equipo, Leclerc, dijo que prefirió conservar neumáticos y no hizo una segunda tanda rápida en la Q3.
"No me quedaban neumáticos, así que no volví a salir. Sabía que sería difícil, pero tomé mi propia decisión y espero que dé sus frutos mañana".