Y durante gran parte de la maratoniana jornada que se ha metido en su nuevo monoplaza, el piloto madrileño ha comandado la tabla de tiempos.
Cierto es que nadie sabe lo ligeros o cargados que iban de gasolina, pero la regularidad que ha mostrado en este su primer día real en un coche desconocido para él hasta hacía unas horas ha servido para constatar que se ha encontrado cómodo, que no ha notado tanto como podía esperarse la diferencia entre el segundo mejor coche, el Ferrari que conducía hasta antes de ayer -literal-, y el noveno, el Williams FW46.
De hecho, comparado con el mejor tiempo logrado en clasificación por el que será su nuevo compañero, Alex Albon, Sainz ha corrido casi dos décimas más rápido (1:23.635 por 1:23.821).
Russell, con su Mercedes, ha quedado detrás de Leclerc y Sainz, a décima y media del español. Igual que Kimi Antonelli, elegido por él como sustituto de Hamilton y que quedó quinto.