Julieta Makintach (48) desató un escándalo en mayo cuando se divulgaron imágenes de ella como protagonista de un documental clandestino sobre el proceso que buscaba determinar responsabilidades de la muerte de Maradona. El episodio acabó con la recusación de la jueza y la anulación de un juicio que causaba interés global.
Makintach compareció ante un jurado especial en la ciudad de La Plata compuesto por magistrados, abogados y legisladores de la provincia de Buenos Aires.
Según la acusación de la fiscal Analía Duarte, la jueza participaba en esta producción audiovisual "con el fin de explotar comercialmente" el caso Maradona y su accionar afectó la imagen del poder judicial "frente al mundo".
Makintach se defendió diciendo que el proyecto fue una propuesta "de una amiga" y que "no existía la idea de un documental. Fue una piedra con la que me tropecé sin dimensionar las consecuencias (...). Ojalá alguno me hubiera venido a decir 'estás poniendo en riesgo el debate'", dijo.
El proceso en el que declararán 65 testigos durará cerca de una semana.
La anulación del juicio por la muerte de Maradona tiró por la borda 21 audiencias y 44 declaraciones testimoniales. Entre ellas las de las hijas del astro de fútbol, que revivieron entre lágrimas el momento de la muerte de su padre.
Este miércoles se anunció que el 17 de marzo de 2026 comenzará el nuevo juicio.
Las imágenes que salieron a la luz mostraban a la jueza recorriendo los tribunales vacíos y hablando sobre su trayectoria en entrevistas al estilo de Netflix. El documental amateur se titulaba 'Justicia divina'.
Las escenas recorrieron los medios nacionales sin parar. La apodaron jueza "actriz" o "vedette". Makintach fue removida tras cuatro horas de duros reproches de los abogados de la querella y la defensa y de los otros dos jueces del tribunal.
Entretanto, el 12 de noviembre será la audiencia preliminar donde se fijarán las pautas para el nuevo juicio por la muerte de Maradona el 25 de noviembre de 2020, cuando se recuperaba de una operación neurológica en su hogar.
Volverán a ser juzgados los siete profesionales de la salud acusados de homicidio con dolo eventual, una figura que implica que eran conscientes de que sus acciones podían ocasionar la muerte del paciente. Una enfermera enfrentará un juicio separado.
