El Mallorca llegaba al partido tras dos derrotas consecutivas, la última de las cuales había significado su eliminación de la Copa del Rey, por lo que no parecía que el Celta iba a ser un rival sencillo de batir, puesto que llevaba cuatro partidos sin perder en LaLiga aunque solo un punto por encima del descenso, con lo que presumiblemente el partido iba a estar igualado.
Las habituales dos líneas de cinco defensores con las que ambos equipos salieron de inicio invitaban a pensar que la idea que tanto Javier Aguirre como Carlos Carvalhal tenían en mente no era la de practicar un fútbol demasiado vistoso u ofensivo.
Sin ocasiones en la primera parte
Tampoco ayudaba en los locales la ausencia por acumulación de tarjetas amarillas de Kang-In Lee, que dejó cojo en ataque a su mejor aliado, Muriqi, porque jugar las características de Amath obviamente no son las mismas que las del surcoreano. El que no estaba cojo era el equipo vigués, que contaba con su dupla estrella, Aspas y Veiga, lista para dar guerra en Son Moix con su versatilidad y calidad.
Como era de esperar, el comienzo del partido fue lento y con pocas ocasiones por ambos bandos, más preocupados en no regalarle concesiones al adversario que en crear peligro. Lo único destacable fueron los minutos finales, cuando los gallegos encontraron espacios a la contra aunque Aspas no estuvo acertado con sus típicos disparos con su zurda desde fuera del área.
Como siguiendo así era más que probable que no hubiera goles ni jugando cinco partidos seguidos, la segunda parte fue otra cosa. En cinco minutos, el público balear pudo disfrutar de más ocasiones en las dos áreas que las que había presenciado en los primeros 45 minutos.
Bastó el buen gol de Dani Rodríguez
Ni Veiga y Larsen por el lado celeste ni Muriqi por partida doble tuvieron el acierto que sí tuvo Dani Rodríguez en el minuto 59. El centrocampista recibió un pase de Maffeo, que se había deshecho de Cervi, al punto de penalti y ajustó su preciso disparo raso a la derecha para que fuera imposible la estirada de Marchesín.
Con muy poco, los de Aguirre habían logrado su premio, por lo que ahora sí tenía todo el sentido del mundo defenderse sin preocuparse de llegar tanto a la portería contraria. El Celta buscó su gol, pero se encontró con un seguro Rajkovic en los intentos de un incansable Aspas, Carles Pérez o Dani Rodríguez.
Los nervios por cerrar la primera vuelta con un buen resultado eran evidentes porque un partido que no había tenido apenas faltas se volvió feo y con varios encontronazos entre los jugadores mallorquines y los vigueses, que cayeron en la trampa y comenzaron a centrar sus esfuerzos en discutir y encararse con los adversarios, lo que fue un error que les pasó factura, porque en los últimos minutos no tuvieron tanto peligro como les habría gustado.
Con el 1-0 final, el Mallorca se puede permitir soñar con cotas más altas, puesto que quedó a solo tres puntos de la Champions League con 25. Hay siete equipos en tres puntos, con lo que la lucha por Europa en la segunda vuelta promete ser feroz. Al Celta le gustaría estar en esa lucha, pero la suya será más por no bajar de categoría, puesto que con la derrota se quedó solo un punto por encima de los puestos de descenso a la espera de lo que hagan el resto de los equipos en esta jornada.
Jugador Flashscore del partido: Dani Rodríguez.
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