Hacía meses que no llovía en la Ciudad Condal con la intensidad con la que apareció como invitada sorpresa de la primera etapa de La Vuelta, una contrarreloj por equipos de 14,8 kilómetros. 

Con el piso mojado y peligroso, fueron muchos los que tomaron precauciones para no irse por los suelos a las primeras de cambio. Y aún así, hubo alguna caída, como la del irlandés Edward Dunbar (Team Jayco).

Oportunidad, pues, para los menos habituales en los podios, para los menos favoritos. Sorprendió así el DSM llevándose la etapa invirtiendo 17 minutos y 30 segundos en este primer recorrido por algunas de las más emblemáticas calles de Barcelona. 

Sólo fueron 53 centésimas mejor que el Movistar, pero suficientes para que Lorenzo Milesi se vistiese con el maillot rojo de líder.

El gran favorito de todos, el Jumbo de Roglic y Vingegaard, entró a 32 segundos del vencedor. Mejor le fue al Soudal de Evenepoel, cuarto a 6 segundos del ganador. 

Para mañana, segunda etapa, con salida en Mataró y llegada de nuevo a Barcelona en una jornada de media montaña.