El escenario de la salida de la 2ª etapa era el mismo que el de la víspera: ataques a raudales desde la bajada de la bandera. Pero no tardó en formarse la escapada adecuada, y tenía buena pinta: el maillot de lunares Neilson Powless (Ef Education EasyPost), el glorioso ex Edvald Boasson Hagen (TotalÉnergies) y un francés, Rémi Cavagna (Soudal QuickStep).
Un trío experimentado que sabe cómo liderar una escapada hasta la meta. Sin embargo, el pelotón dejó marchar fácilmente a los tres escapados, que acumularon un buen margen y estabilizaron rápidamente una diferencia de entre 4 y 5 minutos. El Team UAE Emirates, liderado por Adam Yates, mantuvo el ritmo al frente del pelotón, sin duda, con el objetivo de esperar hasta el final de la etapa para los grandes movimientos.
Y así comenzó el juego del gato y el ratón, un gran clásico de las primeras etapas de las Grandes Vueltas. Pero en la Cote d'Alkiza, Cavagna tuvo que admitir que ya no tenía piernas. El dúo Powless - Boasson Hagen continuó, pero la ventaja era ahora inferior a 2 minutos.
En la Cote de Gurutze, Powless descolgó a su compañero y consolidó definitivamente su maillot de lunares, mientras que un pinchazo de Jonas Vingegaard ralentizó al pelotón. Hubo mucha tensión en el pelotón, con una caída que retrasó a Ben O'Connor (AG2R-Citroën). Pero fue la ascensión al Jaizkibel, la pieza central de la Clásica donostiarra, la que realmente decidió la carrera.
Y el pelotón se adhirió con fuerza al pie de esta subida legendaria. Neilson Powless estaba condenado, al igual que algunos de los grandes nombres del pelotón, como van der Poel, Girmay, Sagan y Wright. El equipo Jayco AlUla tomó el relevo del Jumbo-Visma y el UAE, y el estadounidense fue alcanzado antes de la cima.
Un gran relevo de Rafal Majka puso a todos en rojo, y Tadej Pogacar recogió las bonificaciones en la cima por delante de Jonas Vingegaard. El reagrupamiento se produjo en el descenso, y una quincena de corredores se disputaron la victoria de etapa. Pello Bilbao (Bahrain-Victorious) probó suerte en el descenso, pero fue en vano.
El equipo Jumbo-Visma salió para colocar a Wout Van Aert en la mejor posición posible. Pero todos atacaron al belga, sin éxito, hasta que Victor Lafay (Cofidis) probó suerte en el kilómetro final. Un ataque imparable, y el tricolor lo dio todo y aguantó a Van Aert y a los demás ¡para llevarse una espléndida victoria de etapa!
Victor Lafay , que ya fue protagonista ayer, se hizo con un sensacional triunfo, el primero en el Tour de Francia. Es un gran día para el Cofidis, que no ganaba la Grande Boucle desde 2006. Adam Yates sigue de amarillo, pero el primer fin de semana ya está lleno de sorpresas. Y esto no ha hecho más que empezar.