Hace años, esta era una carrera muy desalentadora y con un guión preconcebido, que casi siempre finalizaba con un sprint en grupo al final de la interminable Avenida de Grammont. Sin embargo, la París-Tours se ha vuelto cada vez más espesa a su paso por los campos, o más bien por viñedos con carreteras blancas que no tienen nada que envidiar a la Strade Bianche.
Esta "Classique des feuilles mortes", que pone fin a la temporada europea, fue también la última para Arnaud Démare, dos veces ganador de la prueba (2021 y 2022), que se retiró el domingo.
Dos franceses se escaparon a falta de 36 km: el ex campeón Paul Lapeira y Thibaud Gruel. Tras el último sector pedregoso, el defensor del título Christophe Laporte atacó, seguido de otros cuatrocorredores, entre ellos el compañero de equipo de Lapeira , Stefan Bissegger. En la côte de Rochecorbon, la ventaja disminuyó y en la cima sólo había 10 segundos de ventaja para el dúo, mientras que Mathias Vacek era incapaz de seguir al grupo de escapados.
Descoordinación entre Lapeira y Gruel
En la flamme rouge, Lapeira y Gruel tenían nueve segundos de ventaja pero, incomprensiblemente, empezaron a mirarse entre ellos y fueron absorbidos por el grupo. Así que la carrera se decidió en un sprint de seis hombres y, por tercera vez en su carrera tras conseguirlo en 2015 y 2017, fue el alocado Matteo Trentin quien ganó.
El italiano se convierte en el sexto corredor en ganar la París-Tours y en el ciclista de más edad en hacerlo (36 años y 71 días), un récord que arrebata a... Laporte, 2º.