Habida cuenta del estado en que la mayoría de corredores concluyen la prueba más exigente del año, extenuados física y mentalmente, parece razonable pensar que encadenarlo con unos Juegos Olímpicos no es la mejor idea.
Tadej Pogacar, que el domingo conquistó su tercer Tour de Francia, fue declarado baja para los Juegos Olímpicos este lunes, oficialmente por "cansancio extremo".
Lo cierto es que algunos pueden verlo diferente y considerar que una carrera de tres semanas permite también forjar una coraza para no derrumbarse en el exigente recorrido de 270 kilómetros de los Juegos de París.
"Hace unos años, incluso hubiera dicho que había que pasar obligatoriamente por una gran vuelta", indica el seleccionador francés, Thomas Voeckler. "Hoy en día cada caso es diferente y eso depende también de la forma de correr el Tour de Francia. Si haces la clasificación general, sales más cansado que si seleccionas las etapas", añade el antiguo corredor.
Tres de los cuatro ciclistas de su nómina para los Juegos (Laporte, Madouas, Vauquelin) han participado en el Tour. También repetirán dos colombianos, Fernando Gaviria (pista) y Santiago Buitrago (ruta), mientras que Ecuador acudirá a París sin Richard Carapaz, rey de la montaña en el Tour.
El cuarto francés, Julian Alaphilippe, optó por reservarse, como otras estrellas del pelotón, sobre todo contrarrelojistas, como el italiano Filippo Ganna, que competirá desde el sábado.
"Como un stage"
Pero la mayoría de los favoritos al oro en París han estado en el Tour, ya sea Mathieu van der Poel, Wout Van Aert y Remco Evenepoel (los dos últimos también estarán en la crono), el eritreo Biniam Girmay o el danés Mads Pedersen, que abandonó la 'Grande Boucle' después de una caída.
"Para ellos, el Tour es como un stage, un elemento de estimulación para estar listos para los Juegos Olímpicos. Sólo hay que evitar terminar quemado", apunta Fred Grappe, director de rendimiento del equipo Groupama-FDJ.
Van der Poel, que estuvo discreto en la reciente ronda gala, puede apoyarse en un precedente. El año pasado, el neerlandés tampoco cuajó un buen Tour antes de brillar dos semanas más tarde en la carrera en línea de los Mundiales en Glasgow.
"Es comparable, y he optado por una preparación similar. Me encuentro incluso mejor que el año pasado, en que estuve un poco enfermo en el Tour", afirma el campeón del mundo, principal favorito en París con un recorrido propicio para él.
Pogacar, baja de última hora
Para Evenepoel, que se ha exprimido a fondo en el Tour, "la transición con la crono de los Juegos no será tan sencilla", señala su director deportivo, Tom Steels, porque la cita de París llega demasiado pronto.
¿Y qué hay del ganador Tadej Pogacar? El esloveno, bronce en Tokio 2020 y que figuraba entre los inscritos para los Juegos -al contrario que su rival Jonas Vingegaard- renunció a los Juegos después de no escatimar esfuerzos para ganar con autoridad el Tour de Francia, apenas dos meses después de haber conquistado el Giro de Italia.
La renuncia de Pogacar no es del todo una sorpresa. No solo por su desgaste físico por el Tour, sino por el enfado con la Federación Eslovena de Ciclismo por no convocar para la cita parisina a su novia, Urska Zigart.
El domingo, Pogacar se había mostrado evasivo al ser preguntado por los Juegos Olímpicos, desviando la atención hacia su "sueño" de ser campeón del mundo algún día.
El Mundial de septiembre en Zúrich (Suiza), con un trazado muy montañoso, le ofrece una ocasión inmejorable para conseguirlo.