La final en la categoría femenina se presentaba como el mejor partido que puede verse en estos momentos: las reinas del circuito querían frenar a una dupla de nueva creación que ya tiene tintes de principal oposición. Y eso que hay candidatas de altura, véase las alianzas Bea González-Claudia Fernández o Marta Ortega-Sofía Araújo.
Venían de vencer en Gijón y en Cancún, de modo que la argentina y la balear llegaban dispuestas a todo una vez más. Después de caer derrotadas en la manga inaugural por 6-2, Delfi y Gemma respondieron de la mejor forma posible (1-6). Josemaría y Sánchez recuperaron sensaciones perdidas luego, pero no fue suficiente para ganar (4-6).
Tampoco faltaba el atractivo en el duelo posterior, en parte por ese reencuentro entre Lebrón y Galán. Al contrario que en la mayoría de ocasiones, esta vez se medían por el oro. El trabajo más sucio lo habían hecho el andaluz y Stupaczuk, capaces de batir a Coello y Tapia -números uno y favoritos en cada evento- en dos sets.
Pero la segunda pareja del ranking no lo iba a poner nada fácil. Era un contexto ideal para terminar con una sequía de más de 250 días sin ganar un título (desde la visita a Génova en julio de 2024) y, desde luego, aprovecharon la oportunidad. El pulso de este domingo se resolvió con parciales de 6-1 y 7-6.