¿Una buena temporada para el París Saint-Germain Handball? El club de la capital lleva casi diez años persiguiendo el título de la Liga de Campeones, y venía de una fase de grupos casi perfecta. A pesar de ello, el Kielce era un rival experimentado en la escena europea, ya que había alcanzado la final de la competición el año pasado, y se presentaba como un duelo muy reñido en esta segunda semifinal.
Fueron los guardametas quienes destacaron al principio del partido, especialmente Andreas Palicka en la portería parisina. Sin embargo, no duró mucho, ya que Artsem Karalek y Alex Dujshebaev marcaron para el Kielce. Las dos rápidas expulsiones de Mathieu Grébille fueron también motivo de preocupación.
El partido era intenso y el contacto bastante áspero. Un inspirado Luc Steins mantuvo con vida a los parisinos. Ninguno de los dos equipos logró escaparse. En el minuto 18, el PSG logró su primera ventaja de dos goles. Una prueba más de que se trataba de un encuentro muy reñido.
A partir de entonces, los guardametas subieron la intensidad, con Andreas Wolff haciendo maravillas en la portería polaca. Esto permitió al Kielce desarrollar su espectacular balonmano, liderado por un Alex Dujshebaev que multiplicó su nivel. Al descanso, el París perdía (14-16) y tendría que superarse a sí mismo si quería llegar a la final.
El inicio de la segunda parte tuvo mucha tensión. Prueba de ello es que pasaron 6 minutos hasta que se marcó un gol. Fue del Kielce, que aumentó su ventaja. Elohim Prandi intentó provocar una revuelta, pero los polacos se aferraron a su ventaja de tres goles (17-20, 45').
Había que encender el partido y Palicka puso su granito de arena marcando desde su portería. En un abrir y cerrar de ojos, el París volvía a igualar la contienda y tenía un impulso infernal. Jannick Green ayudó con una parada desde los 7 metros a disparo de Dujshebaev, y Luc Steins puso por fin al PSG por delante a falta de 10 minutos para el final.
Sin embargo, los parisinos fueron incapaces de abrir brecha. El partido se volvió aún más tenso, con el PSG respondiendo a cada embestida polaca, al paso de los minutos y con el miedo a la prórroga. A menos de dos minutos para el final, Moryto marcó desde los 7 metros para volver a poner por delante al Kielce.
El PSG tuvo la oportunidad de empatar, pero Wolff salió de su área y realizó una parada monstruosa a Luc Steins. Sin suerte, el PSG perdió 24-25 y tendrá que conformarse con un adiós temprano en la Liga de Campeones. El tercer puesto sigue en juego mañana, contra el Barcelona, pero no borrará esta enésima derrota.