Sabrina Ionescu (25) hizo historia en el concurso de triples del All Star de la WNBA, ya que anotó 25 de los 27 intentos y sumó un total de 37 puntos. Falló el primer lanzamiento y, a partir de entonces, se convirtió en una máquina -casi- perfecta para sorpresa de los allí presentes. Por supuesto, no tuvo rival en la carrera por conseguir la victoria (Sami Whitcomb, segunda, se quedó muy lejos).
La jugadora de los New York Liberty dejó atrás la máxima anotación conseguida por una mujer (Allie Quigley) y superó también todos los registros de la NBA, incluidos los de Stephen Curry y Tyrese Haliburton, quienes dominaban en ambos géneros hasta la fecha (31 unidades, seis menos que Ionescu). Se trata pues de una situación que eleva a la base al trono de los tiradores.
Llegaba crecida a la cita por lo ocurrido un par de días atrás, cuando anotó 34 puntos contra Indiana Fever (87-95) en los doce minutos y ocho segundos que estuvo sobre el parqué. No falló ninguno de sus lanzamientos desde el 4,60 metros y alcanzó el 50% (7/14) en la que es su gran especialidad, un porcentaje alto en competición. Además, capturó seis rebotes y repartió cinco asistencias.
Después de lograr esta proeza, Curry bromeó con un irónico mensaje: "¡Ridículo!". La propia Sabrina no dudó en responder al de los Golden State Warriors y lo retó a un duelo que, desde hace muy poco, gana ella. Ahora falta saber si alguien, incluido el que uno de los grandes talentos de la NBA, es capaz de batir esta nueva marca, sobre todo porque el margen de error es especialmente reducido.