Fue en Atlanta, antes de viajar a Las Vegas, donde se está jugando la Summer League, cuando Paul y Curry quedaron para comenzar a engrasar la maquinaria de Golden State.
Luego, habló sobre ello y sobre lo que espera de este año que, afirma, no será el último de su carrera. También confirmó que luchará por un puesto como titular porque no se ve saliendo desde el banquillo.
"Será una conversación que tendremos cuando empiece el campamento (pretemporada). Creo que lo resolveremos", ha asegurado un Paul que tendría que mover a Curry de 2 y a Klay Thompson de 3 para salir en el primer quinteto.
Aunque, lo más importante, que considera que encajará sin problemas en un equipo ya hecho. "Es baloncesto, no cirugía cerebral. Voy a entrar en una situación con un grupo de chicos que han estado jugando juntos durante mucho tiempo. Habrá algunas cosas que aprender, otras que ellos aprenderán de mí, pero eso es lo que pasa en cualquier equipo".
Sus números, sin ser los de antes, siguen siendo buenos. Normal para un 12 veces All Star: 13.9 puntos y 8.9 asistencias en Phoenix la pasada campaña.
Si encaja bien en su nuevo rol, los Warriors, que ya sin él eran aspirantes al anillo, lo serán aún más si consiguen explotar el potencial del veterano base.