Los Oklahoma City Thunder tuvieron una serie realmente complicada contra los Denver Nuggets. Se fue a siete partidos y no pudieron hacer valer su condición de mejor equipo de la Temporada Regular hasta el séptimo encuentro de la eliminatoria.
Una de las claves del triunfo de los chicos de Mark Daigneault en ese decisivo duelo fue el gran trabajo defensivo, que les permitió dejar a la franquicia de Colorado por debajo de los 100 puntos (93), con un porcentaje inferior al 40% en tiros de campo y al 25% en lanzamientos de tres puntos.
Después de esa encomiable actuación en la contención, todas las miradas se dirigieron hacia el mismo hombre: Alex Caruso (31). El base natural de Texas fue el encargado de amargarle la noche a Nikola Jokic (30), al que 'sólo' dejó anotar 20 puntos (sumó 42 y 44 en los partidos 1 y 5) en 36 minutos.
En el momento clave, no fueron los 35 puntos de Shai Gilgeous-Alexander lo que decantó la balanza del lado de los cabeza de serie número 1, sino la resiliencia de un Alex Caruso que no fue seleccionado en el Draft de 2016, pero ya va en busca del segundo anillo de su carrera.
Con su trabajo incansable, Carushow ha demostrado a una plantilla jovencísima que para ser campeones es necesario bajar al barro. No todo puede ser lucimiento y eso el '9' lo sabe mejor que nadie. Lo aprendió junto a LeBron James (40) levantando el título de 2020 en el difícil contexto de la burbuja de la Covid-19.
Por tanto, el '9' es el arma secreta de los Thunder en la segunda línea de fuego. ¿Podrá ayudarles a superar la Final de la Conferencia Oeste y ganar el primer anillo de la franquicia con el actual nombre (fueron campeones en 1979 como Seattle Supersonics)?