Marco Belinelli, cuelga la camiseta: el único jugador de baloncesto italiano en ganar un título de la NBA se retira, a los 39 años, y dice adiós.
Lo hace con un post en Instagram, dulce e intenso: "He puesto mi corazón en ello. Cada gramo de mí mismo. Cada día. El baloncesto me lo dio todo... y yo se lo di todo a ella. No es fácil decir adiós. Pero ha llegado el momento", escribe.
"Llevo conmigo cada emoción, cada sacrificio, cada aplauso. Gracias a los que siempre han estado ahí. A los más jóvenes, les dejo un sueño. Haced que merezca la pena", concluye.
Una pasión loca
"No hay nada tan bonito: hacer una canasta. Un balón es lo primero que tuve, vino de regalo, una pasión loca, no necesitaba nada más. Era la necesidad cuando las oportunidades no llegaban y cuando yo estaba preparada. Un amor inevitable del que nunca me burlé".
Así, en un vídeo colgado en Instagram, en el que se desplazan imágenes de su carrera, Marco Belinelli comenta su despedida, a los 39 años, de la práctica del baloncesto.
"Ella dio sentido a mi deseo de competir, de demostrar, de ganar cuando nadie creía en mí. Con ella construí mi confianza. Callé las críticas, me ilusioné. Salió bien, salió mal: un tirador no es dado a mirar atrás. Trabajé duro imitando a mis mitos hasta el último entrenamiento y sé que valió la pena. Por eso el baloncesto estará ahí. Para siempre", concluye Belinelli.