Y es que España no contó en esta ventana con jugadores de Euroliga. Chus Mateo optó por no llamar a ningún representante de Real Madrid (a excepción de Izan Almansa que alterna el primer equipo y el de la Liga U), Barcelona o Valencia Basket.
La razón: el técnico madrileño consideraba contraproducente entrenar los primeros días con un grupo de jugadores y que después se incorporarán, seguramente para el segundo partido, los que disputaban competición europea.
"No me parecería un buen mensaje entrenar con unos jugadores y que luego vinieran los de Euroliga", aseguró el día de la convocatoria el seleccionador nacional. Y es que la máxima competición continental tuvo partidos el martes y el miércoles, y España jugó el jueves y el domingo.
De este modo, no acudieron jugadores seleccionables de nivel como los hermanos Hernangómez, Darío Brizuela, Joel Parra, Alberto Abalde, Sergio de Larrea, Xabier López-Arostegui, Jaime Pradilla, Josep Puerto o Yankuba Sima.
No obstante, otras selecciones sí que contaron con jugadores Euroliga. Sin ir más lejos, del Real Madrid fueron convocados Facundo Campazzo y Gaby Deck con Argentina, Gabriele Procida con Italia, Mario Hezonja con Croacia, David Kramer con Alemania o Andrés Feliz con la República Dominicana. En el Barcelona ocurrió algo similar: Thomas Satoransky y Jan Vesely fueron con la República Checa, Toko Shengelia con Georgia y Nico Laprovittola y Juani Marcos (Argentina).
España da la talla
Pero lo cierto es que España venció y convenció en Tenerife jugando muy bien al baloncesto. Enfrente estaba una Georgia, que la había derrotado en el Eurobasket (83-69) y que, pese a no contar lógicamente con jugadores NBA, tenía en su equipo al mencionado Shengelia y a un Giorgi Shermadini que se despedía de su selección en su pabellón, el Santiago Martín.
La selección nacional, que además contaba con las bajas por problemas físico de Jaime Fernández y Dani Díez, que estuvieron a un buen nivel ante Dinamarca, especialmente el primero, sufrió el contratiempo de la grave lesión de rodilla de Great Osobor. El de Tudela fue uno de los más destacados en Farum y su baja ha sido la única nota negativa de esta concentración.
Pero esto no fue óbice para que España realizará un gran partido. Los expertos tomaron el mando y Santi Yusta se reivindicó con 17 puntos y seis asistencias, convirtiéndose en el máximo anotador y en el mejor pasador del partido. Alberto Díaz, por su parte, apareció en los momentos determinantes con 3/4 en el triple.
Izan Almansa dio un paso más con la selección, jugando por momentos de pívot, reboteando y anotando en la pintura. 12 puntos, nueve rebotes y 24 créditos fueron su carta de presentación.
Además, la selección dio espectáculo. Los dos caños de Oriol Paulí, que acabaron en asistencia del gerundense para Álex Reyes, levantaron al público canario de sus asientos. El cacereño también contribuyó desde el rebote. Francis Alonso completó un gran rush final con dos triples, alcanzando los 10 puntos.
Miqui Salvó tuvo buenos minutos, Álvaro Cárdenas mostró un gran desparpajo en la dirección del juego, Fran Guerra se impuso en la pintura en su cancha tinerfeña, Pep Busquets anotó dos triples y Lluís Costa sumó experiencia como internacional absoluto.
Los próximos compromisos, en 2026
La Familia no volverá a reunirse hasta la siguiente ventana, que será ya en 2026. España tendrá un doble enfrentamiento con Ucrania. El primero, en una sede aún por determinar, el 27 de febrero y el segundo, en territorio nacional, el próximo 2 de marzo en Oviedo.
