El Barcelona le comunicó hace algunas semanas a Mirotic, incluso antes de la Euroliga, que no podía seguir en el club. Así lo habían decidido desde las altas instancias por motivos económicos.
El hispanomontenegrino intentó hacerles cambiar de opinión aireando públicamente que quería seguir, que el club no le había pedido siquiera el esfuerzo de una nueva bajada salarial. Y dio a entender que estaba dispuesto a negociar.
El público se puso de parte del jugador y más después de la exhibición en los dos partidos de la final disputados en el Palau Blaugrana. La despedida que le brindó tras la victoria ante el Real Madrid en aquel segundo encuentro fue de las que ponen los vellos de punta incluso a cualquier espectador neutral. Imagínense al protagonista.
Ese ha sido su último partido ante una afición que le idolatró, especialmente por renunciar a sus orígenes blancos y decantarse por el Barça cuando huyó de la NBA. Y el de la noche del martes en el Wizink Center, en Madrid, su último encuentro como culé.
"Ha sido mi último partido en el Barça"
"No ha cambiado nada. Este ha sido mi último partido, la gente y el club lo saben. Han tomado la decisión así y no vamos a volver sobre eso. Sabía que si ganábamos hoy era mi último partido y toca ser feliz, estar agradecido, disfrutar con toda la gente que ha venido y la que no ha podido venir", señaló Mirotic tras recoger el segundo MVP de su carrera.
"Es fantástico y un gran jugador, nos ha dado muchos éxitos y es una gran persona, pero la situación es la que es y para inscribir jugadores tenemos que cumplir con el plan de viabilidad que presentamos a LaLiga. Nos exige una reducción en las secciones", explicó Joan Laporta en Catalunya Radio tras conquistar la liga acb.
Su salario de cinco millones de euros netos por temporada, casi diez brutos, era insostenible. En las actuales circunstancias, el Barcelona está obligado a reducir una media de un 25 % el gasto en todas sus secciones. En baloncesto, sólo la ficha de Mirotic se llevaba un 20 % del presupuesto.
