El Madrid parecía que iba recuperando, poco a poco, sensaciones en la Euroliga. Tras superar al Alba Berlín en el WiZink y, posteriormente, al Barcelona a domicilio en el Clásico la semana pasada, un triunfo en la cancha del Asvel Villeurbanne hubiese supuesto un espaldarazo importante a sus aspiraciones y la entrada en puestos de play-in. Pero no fue así tras un final rocambolesco que dejó la victoria en tierras francesas.
El inicio fue complicado. Ante un Ldlc Arena lleno a reventar, el Madrid se enfrentaba a un equipo, que pese a ser tercero por la cola dio batalla durante todo el encuentro.
Los franceses fueron mejores en el primer tiempo, donde liderados por Theo Maledon y Mbaye Ndiaye consiguieron las primeras ventajas. 30-26 al término del primer cuarto y 21-17 tras el segundo.
El Madrid despierta en el tercer cuarto
Una ventaja de ocho puntos, que el Madrid se encargó de revertir en un extraordinario tercer cuarto, que finalizó con 8-23 para los españoles.
La dirección de Campazzo (repartió siete asistencias en este cuarto) y el acierto de Sergio Llull y de Mario Hezonja provocaron un 2-16 de parcial que volvía a meter en el partido a los blancos.
En el último cuarto se mantuvo la igualdad, pero Mario Hezonja estaba a un nivel increíble y con el lanzamiento exterior marcaba pequeñas diferencias. Las defensas de Tavares y Deck permitieron entrar en los dos minutos finales con una ventaja de cuatro a falta de dos minutos. Robertson la redujo a dos, pero Tavares tras una asistencia del Facu provocaba el 2+1 y los cinco de ventaja cuando se había consumido un minuto y dos segundos más.
Los árbitros no dan una canasta de Campazzo a 1,8 del final
Cuando todo parecía sentenciado, Maledon firmó un triple, Deck falló otro y el galo en la siguiente jugada igualaba el encuentro: 78-78. El Madrid atacó con Campazzo, que son palabras mayores. Se fue como una centella hacia la canasta rival y anotó una canasta que debería haber sido la de la victoria. Era el 78-80. El balón tocó el tablero y cuando bajaba lo repelió Robertson con un tapón. Era a todas luces una anotación legal a 1,8 segundos del final, pero sorprendentemente los árbitros no la dieron por válida.
Y Paris Lee anota sobre la bocina
Cuando parecía que el partido se iba a la prórroga, Paris Lee lo evitó con una canasta cuando se agotaban las décimas de segundo. Final cruel para un Real Madrid, que no consigue enderezar el rumbo en Europa.
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