El encuentro fue declarado de "alto riesgo" por las autoridades, por lo que el Valencia Basket anunció que se "multiplicará la presencia de personal de seguridad y policial en todos los accesos" y "todos los asistentes serán sometidos a controles más exhaustivos de seguridad".

"Hemos puesto en marcha un operativo global en el que trabajarán más de 700 efectivos de la Policía Nacional, entre policías uniformados y policías de paisano", explicó a la prensa Pilar Bernabé, delegada del gobierno (prefecta) en Valencia.

"Quiero hacer también un llamamiento a la afición del Valencia Basket para que tengan algo de paciencia, porque los accesos en esta ocasión van a estar más controlados", apeló Bernabé.

Tensión por el contexto internacional

El partido tiene lugar en medio del temor a sufrir atentados en Europa tras once días de guerra entre Israel y la organización palestina Hamás.

Israel impuso un asedio total de la Franja de Gaza y bombardea este enclave de 362 km2 y unos 2,4 millones de habitantes desde el letal ataque llevado a cabo contra su territorio el 7 de octubre por milicianos de Hamás.

En su incursión, los milicianos de Hamás mataron a unas 1.400 personas y se llevaron a unas 200 como rehenes a Gaza, de acuerdo con datos oficiales israelíes.

Los bombardeos de Gaza dejaron por su lado al menos 3.000 muertos, de acuerdo con el balance de las autoridades locales.

El lunes en Bruselas, coincidiendo con el partido de fútbol entre Bélgica y Suecia, un hombre que luego fue abatido mató a dos ciudadanos suecos, en un atentado reivindicado por Estado Islámico.

España mantiene su alerta antiterrorista en el segundo nivel de peligrosidad -riesgo "alto-, y aunque no la ha elevado por los hechos en curso, sí adoptará "medidas adicionales de seguridad", anunció el ministerio de Interior.