Centro de datos del Partizan-Barcelona
La visita al Hapoel Tel Aviv no acabó con el mejor de los resultados para los de Belgrado. Era la cuarta derrota europea para el Partizan, que justo había sido ajusticiado en casa ante el París la jornada anterior. Una victoria ante el Borac había sido el último bocado dulce que habían degustado los de Obradovic.
El Barça, por su parte, venció al EA7 Milán en un duelo igualado. Peñarroya y los suyos se plantaron en la cancha serbia con la idea de conseguir su tercera victoria consecutiva.
El Partizan aprovecha la siesta barcelonista
Para el Agente 0 fue un partido muy emotivo. En el Partizan pasó cuatro años de su carrera y fue capitán del equipo. Su manera de tomarle el pulso al encuentro definió el primer cuarto del Barcelona: un triple a sangre fría para recortar distancias.
Al Barcelona parecía "quemarle" el poste, ya que su acierto desde el tiro exterior comenzó a parecer un juego de niños. Obradovic tuvo que detener el encuentro en varias ocasiones para ver si las muñecas culés comenzaban a enfriarse.
El 4/6 parecía impropio del resultado final al término de los primeros 10 minutos. Los de la Ciudad Condal no lanzaron prácticamente dos y solo consiguieron uno de ventaja antes de llegar a la primera pausa.
Ese desenlace acabó siendo un drama para los de Peñarroya. Una defensa inexistente y unas armas con la pólvora empapada permitieron al Partizan campar a sus anchas.
Seis minutos y 39 segundos fue el tiempo exacto que estuvo el conjunto azulgrana sin convertir una canasta. Los balcánicos exprimieron cada décima hasta la extenuación para firmar un 17-0 que les permitió cosechar la máxima ventaja vista en la primera mitad.
Finalmente, el cuadro de la Ciudad Condal consiguió agarrarse al partido gracias a un Shengelia espectacular, aunque Sterling Brown y Osetkowski, ex de Unicaja, se empeñaron en llevar al descanso un resultado algo feo para los visitantes: 41-33.
Shengelia muestra el camino
Entre Toko, que sumaba 27 de valoración en el ecuador del tercer cuarto, y Punter, que se apuntó un 3+1 nada más salir de los vestuarios, el Barça se reenganchó por completo al partido. De hecho, logró empatar el encuentro, pero fue por poco tiempo.
El empuje desde la grada ayudó a los suyos a abrir una ligera brecha, hasta que, en una jugada en la que Cale capturó dos rebotes ofensivos, el balón acabó en las manos de Punter, totalmente liberado: 3/4 en triples para el neoyorquino y 52-53 en el luminoso.
Tyrique Jones se hizo gigante y consiguió varios rebotes ofensivos que fueron clave para que el conjunto local volviera a tomar la delantera.
La influencia del interior liberó por completo a Duane Washington, que empezó a soltarse y volvió loca a la defensa visitante en un momento crítico del partido. Con cuatro minutos por delante, el Barça estaba seis puntos por debajo.
Vesely, que ya había metido un triple clave nada más volver del descanso, y, quién si no, Shengelia, volvieron a meter en vereda al Barça para apretar aún más el encuentro: la prórroga se había convertido en un punto más del debate.
Clyburn metió el triplazo de la jornada desde el medio campo a 30 segundos del final, y su canasta decidió el partido. Un error en el ataque serbio frustró todas las opciones del Partizan, y el Barça silenció a la grada local al gestionar la última jugada a la perfección.
Los MVPs
Tyrique Jones fue el mejor jugador local. Consiguió un 29 de valoración gracias a su 15+13. Washington firmó 21 puntos para los suyos.
Shengelia hizo récord personal con un 42 de valoración y un 24+5+5. Clyburn, que metió el triple definitivo, sumó 14 tantos.