Álex Mumbrú (46), que fue internado en el hospital por una pancreatitis aguda el día antes del comienzo del Eurobasket, sigue sin recuperarse completamente, lo que le ha conducido a tomar la decisión de no dirigir ningún partido más de Alemania en el torneo continental.
Volvió a sentarse en el banquillo en los octavos de final contra Portugal, pero visiblemente desmejorado y con una evidente pérdida de peso.
"En los últimos días, me he dado cuenta de que no estoy físicamente preparado para dirigir al equipo desde la banda durante los partidos", reconoció un Mumbrú que, aunque estará sentado en la banda acompañando al equipo germano, dejará las funciones principales en manos de su ayudante en lo que resta de campeonato.
"He decidido ajustar las funciones del cuerpo técnico y darle a Alan la responsabilidad de entrenador principal durante los partidos", explicó el español. "Creo que esta es la mejor manera de ayudar al equipo a alcanzar el éxito", agregó.
El siguiente partido de Alemania será el miércoles, con motivo de los cuartos de final, contra la Eslovenia de Luka Doncic.