Centro de estadísticas del España-Eslovaquia
Tenía que ganar y ganó. Y lo hizo con solvencia, con alguna desconexión propia de la bisoñez de algunos nuevos internacionales, pero nada de dejarlo todo para última hora, o para las cuatro últimas décimas de segundo. Los pupilos de Sergio Scariolo, maestro en las situaciones extremas como ésta, estuvieron a la altura desde casi el salto inicial.
Los primeros minutos fueron de tanteo, de precipitación, de ensayo y error. Por ambas partes. De ahí los malos porcentajes en el tiro y la igualdad en el marcador. Pero en cuanto apretaron las tuercas en defensa y se calentó el ambiente en el Pazo dos Deportes Paco Paz, los españoles dieron el primer acelerón (20-11) aprovechando algunos robos y transiciones rápidas. Brodziansky, el más inspirado de los visitantes, siguió el ritmo y volvió a acercar a los suyos al término de los 10 primeros minutos (22-18).
Toda resistencia acabó en el segundo cuarto. Desde la canasta inicial eslovaca, la Familia sumó un 10-0 que ya fue casi definitivo (30-22). Ahí destacó Alocén, genio y figura en el bote, la dirección y hasta la anotación. Una alegría verle jugar con esa ídem después de lo sufrido con su rodilla. Tras su merecido descanso debutó Rafa Villar, quien coincidó en cancha con su pandilla de cada verano, con Izan Almansa y De Larrea. Y ahí, con el regreso de Yusta y los puntos de Pradilla, se llegó al descanso con la máxima renta (47-32).
Esas desconexiones... y Santi Yusta
Como si todo el trabajo estuviera hecho, España salió de los vestuarios sin tensión, lo que aprovechó su rival para reducir distancias con una presión asfixiante a toda cancha que se atragantó sobremanera. Se vio obligado Scariolo a parar el partido para cortar la sangría, pero aun así los eslovacos se colocaron a solo dos (49-47, min. 26). Un triple de Puerto y un 2+1 de Yusta pusieron de nuevo tierra de por medio. Y así siguió para finalizar con comodidad el tercer cuarto (71-57).
Pero en el último, después de estrenarlo con una canasta y un +17, de nuevo apareció la temida desconexión. Inmadurez en los Izan Almansa y Villar, que dieron vida extra a Eslovaquia. A falta de tres minutos, la ventaja había bajado de la decena (78-71). Nada que no pudiera salvar Yusta, quién si no, con un nuevo triple. Y con otro más selló el triunfo final a 20 segundos. Hasta Scariolo se rindió ante el alero, que firmó 25 puntos, y lo sustituyó para que se ganara la ovación del público gallego.

El 84-71 fue lo que quedó reflejado al término de los 40 minutos, un resultado que permitirá a España defender su cetro continental el próximo verano.