Centro de estadísticas del Alemania-Eslovenia
Si el baloncesto fuera un deporte individual, un mano a mano o un one to one, Luka Doncic sería campeón de Europa a la pata coja y con los ojos vendados. Pero por desgracia para él, juegan otros cuatro compañeros. Y por mucho que Prepelic y Hrovat apoyasen en determinados momentos con 13 y 11 puntos, respectivamente, ya no tiene de escuderos a los hermanos Dragic, por poner un ejemplo. Así que Eslovenia duró lo que pudo mientras veía a su estrella desgastarse en exceso sumando 39 puntos con 6/9 T2 y un mal 5/16 T3, además de 12/15 TL. Magic aportó también 10 rebotes y siete asistencias en los 32:49 que estuvo en cancha.
Pero para cuando se desató la tormenta de la campeona del mundo, el de los Lakers ya no podía con su cuerpo ni con su alma. Había aguantado estoicamente con cuatro faltas desde el inicio de la segunda mitad, pero ya no pudo contener el vendaval de Wagner y Schröder, que acabaron con 23 y 20 puntos cada uno.
Y eso que el encuentro empezó bien para los balcánicos (21-32, min. 10) gracias a su enorme acierto exterior. En el segundo ya empezaron a ver cómo Alemania recuperaba terreno mientras Luka se cargaba de personales. Tras la vuelta al parqué, Eslovenia mantuvo el tipo respondiendo de modo brillante a cualquier intento rival (70-74, min. 30). Pero hasta ahí llegaron. Un 12-0 entre el final del tercer cuarto y el inicio del último dio la vuelta al marcador. Aún reaccionaría Doncic (85-86), pero esa fue su última ventaja.
Al final, ocho de ventaja y cita en semifinales con la sorprendente Finlandia.