El asturiano parece el Benjamin Button (no el Jenson) de la F1. Ingenieros, mecánicos, jefes de equipo y pilotos que llevan mucho tiempo en el Gran Circo aseguran en el paddock que lo ven mejor que nunca. El fichaje por Aston Martin, tras varias decisiones equivocadas en cambios de equipo, ha sido todo un acierto. Red Bull está en otro nivel pero Alonso lleva cinco podios en seis carreras y es tercero en la clasificación general de pilotos a sólo 12 puntos de “Checo” Pérez.

Su vuelta a Barcelona ha desatado la “Alonsomanía” en la Ciudad Condal como en su época de mayor esplendor. En un acto organizado por Aston Martin, el español se dio un baño de masas. La afición ha vuelto a engancharse a la F1 con el inicio de temporada del asturiano. 

La fiebre por Alonso más el tirón de Carlos Sainz y Ferrari aseguran un ambiente espectacular este fin de semana en el circuito de Barcelona-Catalunya. Ferrari ha realizado un gran esfuerzo para llevar nuevas mejoras en el monoplaza y así progresar en el ritmo de carrera, su auténtico punto débil hasta el momento. Montmeló es un circuito habitualmente favorable a la escudería italiana, que es la que más victorias (12), poles (14) y podios (38) ha logrado en la pista catalana.

Si hay algún favorito para la victoria vuelve a ser, obviamente, Red Bull. Los austriacos llevan seis victorias seguidas en el arranque de temporada y, si ganan el domingo, se quedarían a una sólo de las 8 consecutivas de Mercedes eb 2019 y a tres de las 11 de McLaren en 1988, récord absoluto en la historia de la F1. Verstappen, además, lleva 25 GPs consecutivos puntuando. 

Hablar de la 33ª victoria de Alonso es una quimera viendo cómo va el monoplaza diseñado por Adrian Newey pero la clasificación del sábado volverá a ser crucial (no tanto como en Mónaco) ya que, de las 32 ediciones disputadas anteriormente en este circuito, en 29 de ellas el triunfo se consiguió desde la primera línea y sólo hubo una victoria desde fuera de las dos primeras líneas: Alonso en 2013.