A tres años de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, donde el atletismo será el deporte rey del evento, el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, se inquietó recientemente sobre esta cuestión.
"El equipo estadounidense de atletismo es histórico. No pueden caminar por Zúrich sin ser rodeados cuando salen de sus hoteles, pero todavía pueden ir con relativo anonimato en sus ciudades natales. Eso es una desconexión y será importante considerar esto de cara a Los Ángeles", dijo Coe en una conferencia con varios medios el pasado mes en Suiza, donde se cerró la Liga de Diamante 2025.
En total, Estados Unidos ha sido el país ganador del medallero final del Mundial de atletismo en 15 de las 19 ediciones disputadas. Solo se le escapó ese honor en favor de la Alemania Oriental en 1983 y 1986, de Rusia en 2001 y de Kenia en 2015.
En los Juegos Olímpicos también el himno del país de las barras y estrellas es el que más suena en el atletismo, como ocurrió por ejemplo en París 2024 con Noah Lyles (100 m), Gabby Thomas (200 m) o Sydney McLaughlin-Levrone (400 m vallas), entre otros.
Fiasco con el Grand Slam Track
Pero ni aún así, el atletismo consigue despegar mediáticamente en Estados Unidos, donde se mantiene como un deporte de segunda línea, especialmente en la cobertura televisiva.
Con el objetivo de dar impulso al evento y hacerle ganar en atractivo, el exatleta Michael Johnson lanzó el Grand Slam Track, un circuito privado de reuniones de atletismo centrado en las carreras en pista, de manera paralela a la Liga de Diamante.
Prometiendo importantes remuneraciones, pudo atraer a numerosas figuras del atletismo, principalmente estadounidenses, pero la edición de estreno este 2025 terminó siendo un fiasco.
Después de una etapa inicial en Kingston con falta de público y una segunda en Miami que no terminó de convencer, la tercera en Filadelfia se redujo de tres a dos días y la última, la de Los Ángeles, directamente se canceló.
Los organizadores admiten ahora problemas económicos para pagar las primas a los participantes y han cancelado la edición prevista en 2026, hasta que la cuestión financiera esté solucionada.
World Athletics no se rinde
Desde la Federación Internacional de Atletismo, antes como IAAF y ahora como World Athletics, han intentado en varias ocasiones incentivar su deporte en Estados Unidos.
Para ello han tratado de llevar grandes eventos al país, desplazándolos de su territorio habitual en Europa y Asia.
Portland acogió el Mundial en pista cubierta en 2016 y Eugene fue sede del Mundial júnior en 2014 y, sobre todo, del Mundial al aire libre en 2022
"No se trata de un desafío nuevo. El sistema universitario está prosperando, pero sigue teniendo retos. Llevamos el Mundial a Eugene hace unos años y fue, de nuevo, un intento en esa trayectoria", explicó Coe.
"No es algo puntual, sino una forma de tratar de generar interés hacia este deporte. Es un desafío que siempre ha estado ahí y es que tienen a algunos de los atletas más extraordinarios y talentosos, como Noah Lyles", insistió.
El objetivo ahora a corto plazo está fijado en los próximos Juegos Olímpicos, un evento muy seguido en Estados Unidos y donde el atletismo lo tiene todo a favor para brillar ante su público en Los Ángeles.