El brasileño Bonfim, que llegaba con la segunda marca del año, se ponía al frente de la prueba nada más darse la salida. Los japoneses Ikeda y Takahashi se colocaban justo detrás. Martín, bicampeón de Europa de 20 km (2018 y 2022), no les perdía de vista. 

En el kilómetro 4, Ikeda, subcampeón mundial, daba un tirón que lo dejaba sólo en cabeza. En el 8, el japonés seguía aumentando progresivamente su ventaja hasta los 12 segundos. El turco Korkmaz, el colombiano Pintado y el brasileño Bonfim también cogían una ligera ventaja sobre Martín, que planteó una prueba inteligente sabiendo dosificar sus fuerzas. 

Cuando los demás empezaban a flaquear y las fuerzas comenzaban a fallarles, él apretó el ritmo. Era su momento. Empezó a adelantar rivales y a cuatro kilómetros de meta sólo tenía a Ikeda por delante de él. El extremeño apretó los dientes y forzó todo lo que podía para evitar la descalificación. El japonés estaba cada vez más cerca y su motivación aumentaba a cada metro. 

Con la meta próxima, la lluvia desapareció y empezó a salir tímidamente el sol. Era una buena señal. Álvaro entregó lo que le quedaba en el depósito de gasolina, pasó al japonés y entró victorioso en la Plaza de los Héroes de Budapest con un tiempo soberbio de 1h17:32, mejor marca mundial del año. 

Martín, exultante, con una bandera española en la mano, se proclamaba campeón del mundo, el octavo español en la historia de la marcha en España. El Mundial no ha podido comenzar de mejor manera para los nuestros. Budapest ya ha coronado a su primer héroe.

Durante ocho días, hasta el domingo 27, Budapest será el epicentro del atletismo mundial.