La lluvia de Boston frena a Kipchoge, que acaba sexto, y Chebet repite oro

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La lluvia de Boston frena a Kipchoge, que acaba sexto, y Chebet repite oro

Chebet vuelve a liderar en Boston
Chebet vuelve a liderar en BostonAFP
En una edición muy especial porque se cumplían diez años del atentado que se saldó las vidas de tres personas, el 15 de abril de 2013, el gran candidato tuvo una muy mala mañana en su regreso a Estados Unidos.

Eliud Kipchoge (38) llegaba a Boston, cuya primera edición se celebró en 1897, dispuesto a seguir ampliando su leyenda. Con cuatro de los seis Majors conquistados (Chicago, Londres, Berlín y Tokio), regresaba al país norteamericano para sumar el quinto y penúltimo. El principal favorito afrontaba el reto con las amenazas de Evans Chebet (34) -en busca de revalidar el título-, Benson Kipruto (32) -campeón en Illinois seis meses atrás- o Gabriel Geay (26) -segundo en Valencia con 2:03:00-.

La lluvia provocó multitud de charcos en la calzada y el viento ralentizó todavía más la carrera, liderada en buena parte por el último ganador de la prueba de Berlín, que vivió algo similar a lo de este lunes en su participación en Londres allá por octubre de 2020. Como es habitual, estuvo acompañado por varios atletas durante el primer tramo, pero de forma progresiva empezaron a descolgarse rivales. Una decena corría a su lado hasta la mitad, el paso por el medio maratón (en poco más de 1:02).

La marca era lo menos importante en esta jornada del 17 de abril, no solo por los factores atmosféricos, sino porque el recorrido, con subidas y bajadas, no invita a que se consigan récords (aparte de que no es homologable). Tiene poco o nada que ver con la ciudad del Turia o con la capital germana, pero mantiene un aura especial por su larga trayectoria. El propio circuito ofrece unas variables que aumentan la competitividad y dan un plus de emoción. Los favoritos lo son algo menos que en otras ocasiones.

Eliud, humano en Boston

Kipchoge, cuya influencia se puso en evidencia cuando le indicó a los otros corredores que se pusieran el línea y no detrás (para que así el viento afectara a todos), no pudo hidratarse en un punto tan importante como es el kilómetro 30, momento en el cual Geay protagonizó el primer gran movimiento para tirar en solitario con unos metros de ventaja sobre el resto, incluido el propio Eliud, que se colocó en la séptima posición y se vio muy superado. El tanzano dejó de liderar en solitario y la cabeza pasó a estar compartida.

El grupo que marcaba el ritmo se difuminó y sólo tres atletas se mantuvieron con opciones en el último tramo, del 35 al 42: los dos mencionados y Kipruto, que parecía perder cuerda en la fase más decisiva de la prueba y, sin embargo, dio un paso adelante para aspirar al oro. Su compañero Chebet, que acabó con más fuerzas, se coronó campeón al llegar a la línea de meta en solitario (2:05:53). Gabriel, por su parte, se hizo con la plata en el sprint final (2:06:04). El gran favorito, muy lejos (2:09:23).