Conor McGregor (36) es objeto de polémica constantemente. Cuando no es por sus declaraciones, los rivales le señalan los problemas con las drogas y el alcohol. El último incidente ha venido derivado de una condena por abuso sexual que le obliga a pagar 248.000 euros por daños y perjuicios a Nikita Hand, mujer que le había acusado de agredirla en el año 2018.
Hace unos días respondió con vehemencia al fallo, pero transcurrido un tiempo, su equipo legal le ha debido aconsejar que rebaje el tono y ha salido al paso con una publicación en X mucho más sosegada con la que realiza autocrítica: "La gente quiere saber de mí, necesitaba tiempo. Sé que cometí errores. Hace seis años, nunca debí haber respondido a sus intentos de comunicación. Debí haber cerrado la fiesta. Nunca debí haberle dado la espalda a la mujer que más amo en el mundo. Eso es todo culpa mía", arrancó.
The Notorious, que sigue esperando su regreso a la UFC después de tres años sin subirse al octágono, sigue afirmando que sus abogados recurrirán la sentencia: "Por mucho que lo lamente, todo lo que pasó esa noche fue consensuado y todos los testigos presentes lo juraron bajo juramento. He dado instrucciones a mi equipo legal para que apele la decisión", indicó.
"No puedo volver atrás y seguiré adelante. Estoy sumamente agradecido con mi familia, mis amigos y mis seguidores de todo el mundo que han permanecido a mi lado. Eso es todo. No más. ¡Vuelve al gimnasio! ¡La lucha te espera!", concluyó el artista marcial irlandés.