Ya es centenario con el Barça
Ronald Araújo cumplió 100 partidos con el Barcelona el pasado domingo en la derrota de los azulgranas en Almería. El central, en una entrevista a la televisión del club, echó la vista atrás y recordó sus inicios: “Estoy muy feliz. 100 partidos con el Barça no es poco y estoy muy contento. Pasó todo muy rápido. Uno siempre sueña con poder llegar al primer equipo, pero espero que venga muchos más”.
El uruguayo recordó su accidentado debut, el 6 de octubre de 2019, donde tan solo duró en el campo 14 minutos al ser expulsado por roja directa en la victoria por 4-0 ante el Sevilla, aunque no se quiso quedar con ningún partido en especial: “Todos todos son especiales y es un orgullo para mí poder representar esta camiseta. Me quedo con todo porque cada encuentro deja un aprendizaje. Mi debut fue con expulsión, pero el camino ha sido muy lindo y con mucho trabajo. Estoy contento de ver mi evolución, que es fruto de escuchar, de aprender y de trabajar bastante, pero esto está empezando y, si Dios quiere, espero que quede mucho todavía”.
Su gran evolución
Hablando de esa evolución en su juego, Araújo comparó las diferencias en el fútbol del Barça con el que se practica en su país, donde jugó en el Rentistas y en el Boston River hasta su desembarco en el filial culé en verano de 2018, así como su progreso como futbolista: “Desde que llegué al club, aprendí muchísimo. Venía de un estilo de fútbol totalmente diferente y siempre digo que el Barça es único. Su filosofía es diferente hasta de la de los equipos de Europa, así que imagínate la diferencia con con Uruguay. Cuando vine, la pelota iba volando y requería trabajar bastante, aprender y creo que fue algo tremendo mi cambio porque desde un principio, nunca agaché la cabeza. Siempre dije que iba a jugar aquí y se ve la evolución de todo, desde que llegué al Barça B hasta ahora, que cada vez me voy sintiendo mejor”.
Los malos resultados durante la última semana
Pese al cómodo margen de siete puntos en LaLiga, la eliminación en la Europa League ante el Manchester United la semana pasada cayó como un jarro de agua fría en la Ciudad Condal, aunque el defensor espera que no cambie la dinámica positiva que llevaban los suyos: “El equipo está bien, somos una familia y se ve al equipo muy unido. Es verdad que venimos de dos derrotas, de quedar fuera de la Europa League y después del partido del fin de semana, que no fue lindo. Pero el equipo está bien, está fuerte y sabemos el potencial que tenemos. Confiamos mucho en el trabajo que estamos haciendo con Xavi y hay que cambiar el chip rápido. Fue un un desliz, pero seguimos trabajando y sabemos que todavía queda muchísimo y que estamos líderes”.
El Clásico de Copa
El Barça visita este jueves el Santiago Bernabéu para disputar la ida de las semifinales de la Copa del Rey, donde Araújo espera mostrar un nivel similar al que les hizo llevarse la Supercopa contra los blancos: “Un Clásico siempre es especial. Es ese partido que todos todos quieren jugar y sabemos que el Madrid es un gran rival, tiene grandes jugadores, muy desequilibrantes arriba y estamos trabajando para eso. Estamos preparados y creo que ya mostramos la altura a la que estamos, se ve que podemos competir y que podemos hacer grandes partidos. Confío en el equipo y ya tengo ganas de que llegue el partido”.
Pero pese a sus ganas, el charrúa sabe que son 180 minutos y que conviene no precipitarse en el feudo madridista, por lo que dio las claves para sacar un buen resultado: “Sobre todo, paciencia y tranquilidad. Sabemos lo que tenemos que hacer y no debemos descontrolarnos porque hay dos partidos y hay que ser inteligentes. No puedes ir al primero y querer zanjar la eliminatoria, así que con calma porque encima la vuelta es en casa. Analizamos mucho el último partido que jugamos contra ellos, así que debemos seguir por esa por esa línea porque en Arabia hicimos un partido muy completo en todos los sentidos. Salió todo lo que pidió el míster y creo que ese es el partido que tenemos que mirar”.
La lesión que le hizo perderse el Mundial
El peor momento del uruguayo se produjo a finales de septiembre, cuando sufrió una grave lesión por la que tuvo que pasar por el quirófano y que le impidió jugar hasta enero, con lo que se perdió el Mundial y 13 partidos con el Barcelona, lo que recuerda con amargura: “Estoy bien ahora. Vengo de tres meses parado por la lesión, que fue un poco jodida, y es verdad que todavía hay que ir controlando un poco las cargas porque fue una operación en la que hubo una inserción y se agujereó el hueso”.
“Anímicamente, me hizo daño porque me perdí partidos importantes de la Champions y me frustré todavía más cuando no nos clasificamos a octavos. Y después también tenía el Mundial con mi selección, que es algo con lo que uno sueña desde pequeño. Pensaba mucho en eso, sobre todo por lo que sufrimos para clasificarnos. Cuando me lesioné me pasaba toda la película por la cabeza de si llegaría a tiempo o no. Tomé la decisión de la operación, que no era fácil porque había muchas dudas, pero nos dimos cuenta de que era necesario operar porque era mas grande de lo que se veía”.
Entusiasmado con el estilo de juego de Xavi
Araújo está encantado con Xavi, para quien es un fijo en la zaga y que ha valorado en multitud de ocasiones la mejora en el juego con balón del central, aunque la admiración es mutua: “Cuando subí al primer equipo, se había perdido lo que pedía Xavi de dividir, encontrar el tercer hombre, cambiar el desplazamiento largo… Todo eso se había perdido y, cuando llegó Xavi, devolvió esa filosofía y sobre todo a mí, que creo que soy el que más ha aprendido desde que él llegó. Me considero un trabajador. Todo lo que aprendo es fruto del trabajo y analizo mucho mis partidos y también los de otros defensas para aprender”.
La comunión con la grada azulgrana
El técnico catalán no es el único feliz con tener en su bando a uno de los mejores defensas del mundo. El público del Spotify Camp Nou también tiene al charrúa como uno de sus ídolos, y él no puede estar más orgulloso de tal reconocimiento: “Es tremendo. Te da motivación para seguir esforzándote. Te da una alegría tremenda y mucha emoción que la gente pueda gritar eso. Siempre digo que cuando llegué a mi primer partido en el Camp Nou, la gente gritaba “¡Uruguayo, uruguayo!” a Luis Suárez y yo pensaba que ojalá un día me lo pudieran gritar a mí también. Que ahora la gente haga eso me pone muy contento, me da motivación y satisfacción para seguir trabajando y entiendo también que el trabajo se está haciendo bien, por eso la gente está contenta y me apoya”.