Fritz, quinto del ranking de la ATP, se impuso por primera vez a Alcaraz con marcador de 6-3 y 6-2 con el apoyo del público de San Francisco (Estados Unidos) y frente a la mirada del ídolo local, Stephen Curry.
Carlos, que tenía una racha de 13 victorias seguidas en el circuito, encajó su primera derrota en los tres partidos individuales que ha jugado en la Laver Cup.
El año pasado, en su debut en este torneo fundado por Roger Federer, había vencido precisamente al mencionado Taylor y a otro estadounidense, Ben Shelton.
El viernes, el tenista murciano ganó también un partido de dobles junto al checo Jakub Mensik en una jornada en la que el equipo Europa se adelantó por 3-1.
Este sábado, sin embargo, el combinado del resto del mundo le dio la vuelta al marcador tras la derrota del español y las victorias del argentino Francisco Cerúndolo y del australiano Álex De Miñaur.
Antes del inicio de la sesión nocturna, el público del Chase Center se puso en pie ante la entrada de Federer y Curry.
En la misma pista donde lidera a los Golden State Warriors de la NBA, Stephen lanzó la moneda del sorteo y se fotografió con los protagonistas del encuentro.
Curry disfruta con Alcaraz
El base, ganador de cuatro anillos con los Warriors, ya acudió este mes a la final del Abierto de Estados Unidos en Nueva York, donde disfrutó de la victoria de Carlos sobre Sinner.
Este sábado, el de El Palmar estuvo mucho menos inspirado frente a un rival al que siempre había derrotado.
"Al principio de aquellos partidos me quebró en la primera ocasión y esa no es la forma en que quieres comenzar contra alguien como él", recordó después el californiano.
T. Fritz, subcampeón del US Open en 2024, combinó una formidable actuación al servicio con una extrema fiabilidad esta vez en los momentos decisivos, salvando las dos pelotas de break que tuvo su oponente.
En uno de sus pocos destellos de magia, el número uno del ranking mundial se anotó un punto al inicio del segundo set después de una devolución por debajo de las espaldas, ganándose la sonrisa de admiración de la estrella de la NBA, que siguió el partido en la grada junto a su esposa, Ayesha.
Alcaraz, que sólo había perdido un partido desde mayo, se retiró bajo el aplauso de los aficionados.